El mundo de hoy está en una encrucijada. La inestabilidad económica, el fracaso político, y el malestar social se están extendiendo a través de los continentes, indicando una transformación global ocurriendo en la humanidad. La naturaleza de esta transformación es que el mundo se está volviendo cada vez más interconectado e interdependiente.
Son nuestros deseos los que hacen que el mundo gire. El dinero cubre un deseo y luego lo cancela y este ciclo se repite una y otra vez. Nos encontramos constantemente corriendo tras el placer hasta que morimos, y esta es nuestra vida entera. ¿Dónde está el placer duradero en eso? El único placer duradero es nuestra conexión social.