Los judíos estadounidenses solían pensar que el antisemitismo en Estados Unidos existía sólo en los extremos de la derecha. Pero actualmente, se encuentra más en la corriente principal de izquierda. Sin embargo, con toda probabilidad, la izquierda y la derecha se unirán en torno algo que tienen en común: odio a los judíos. Los judíos estadounidenses están despertando, pero cuando se den cuenta de que están reviviendo los días anteriores al Holocausto, puede que sea demasiado tarde.
Una encuesta reciente del AJC destacó dos puntos que indican que los judíos finalmente están despertando de la ilusión de seguridad. 1) “Más del 93% de los demócratas, el 87% de los independientes y el 75% de los republicanos dicen que el antisemitismo infecta a la nación. Al menos el 80% de los judíos de todas las denominaciones … apuntan al repunte, al igual que al menos el 86% de los judíos de todas las edades». 2) El 31% de los judíos estadounidenses «dicen que escondieron el símbolo de la estrella de David bajo la camisa, dejaron la kipá [yarmulke] y evitan usar, llevar o exhibir públicamente otras cosas que podrían ayudar a identificarse [sic] como judíos». Además, «una cuarta parte de los encuestados dice que evita ciertos lugares, eventos o situaciones por preocupación por su seguridad».
En Estados Unidos, el antisemitismo avanza de los extremos a la corriente principal, desde hace varios años, pero el ritmo se aceleró en el último año o dos. Anticipo que después de las elecciones estará «de moda» odiar a los judíos. Cuando suceda, los progresistas y liberales de izquierda encontrarán un terreno común con los neonazis de derecha y todos estarán de acuerdo en que no necesitan luchar entre ellos, pues los judíos son la fuente de sus problemas, son los únicos que los separan y de aquí en adelante, sabrán qué hacer.
Si los judíos esperan que el gobierno, cualquier gobierno, los proteja, se les avecina algo más.
No tiene sentido político apoyar a los judíos: si frenan el antisemitismo, la mitad de la nación que perdió las elecciones se volverá contra el gobierno. Pero si pueden atribuir los problemas de la nación a los judíos, ¿qué mejor manera hay de unir a la nación? Fue exactamente la táctica de Hitler y de numerosos gobernantes antes que él, la usaron para unir a la nación y desviar las críticas al gobierno, a una minoría vulnerable, que todos odian y envidian. Los judíos, una vez más, se volverán prescindibles.
A diferencia de Alemania en la década de 1930, los judíos estadounidenses, con el recuerdo del Holocausto, son muy activos resistiendo el antisemitismo. Protestan, crean organizaciones de defensa y cabildean en Capitol Hill. Pero nada ayudará. Los judíos estadounidenses simbolizan el capitalismo en su peor forma, donde el dinero es lo único que importa y cuando lo tienes, «haces que el mundo gire». Mientras esta sea la imagen del judío, en Estados Unidos no tendrán ninguna posibilidad contra el antisemitismo.
Los judíos deben hacer sólo una cosa: conectarse entre ellos.
Tienen que conectarse para ser ejemplo para el resto del mundo. Los judíos le dieron al mundo el lema más importante de todos, el epítome del altruismo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Pero si no lo cultivan o no intentan hacerlo, el mundo no los necesitará y optará por seguir adelante sin ellos.
He advertido a los judíos de EUA por casi dos décadas, que su destino será horrible a menos que se unan y den ejemplo de solidaridad. Escribí dos libros sobre las consecuencias de la desunión y su papel esencial para el pueblo de Israel, “Como un Manojo de Cañas: Por qué la unidad y la responsabilidad mutua están hoy en la agenda del día” y “La elección judía: Unidad o antisemitismo, Hechos históricos sobre el antisemitismo como reflexión sobre la desunión social entre judíos”.
Publiqué cientos de artículos y ensayos y di decenas de conferencias, en vivo y por Internet, en todo Estados Unidos y Canadá. A pesar de la evidencia histórica que presenté y a pesar de las citas en las que demostré que nuestros sabios, a lo largo de los siglos, advirtieron que la unidad es nuestra única esperanza, casi nadie escuchó y mucho menos abrazó la unidad como solución a nuestros problemas.
Ahora, finalmente, los judíos estadounidenses aceptan que existe el antisemitismo, pero aún se niegan a creer que tienen la solución. Piensan que los antisemitas pueden optar por no odiar a los judíos, no se dan cuenta de que es su odio mutuo, es lo que despierta el odio del mundo hacia ellos. Cuando se den cuenta de que todo lo que necesitan es, no odiarse entre ellos, el mundo podría estar demasiado absorto en acusar a los judíos y demasiado emocionado por el descubrimiento de la causa de sus problemas. Rezo por estar equivocado, aunque la historia, me temo, está de mi lado.
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