Uno de mis estudiantes me trajo una lista de 7 consejos para una vida más fácil y me pidió que les diera mi respuesta, así que, aquí está…
1) La capacidad de esperar es la mejor habilidad que se puede aprender.
Si no se trata del trabajo espiritual, sí. Pero si se trata de trabajo espiritual, no. En el trabajo espiritual, se debe avanzar constantemente.
2) Cuando das el primer paso en tu camino, ya estás a medio camino hacia la victoria.
El primer paso no es la mitad del camino hacia la victoria, pero es un inicio. Si es el inicio del final victorioso se verá con el resto de los pasos.
3) Si es difícil, quiere decir que estás avanzando.
Dificultad no es signo de que estemos avanzando correctamente. La evidencia del progreso es nuestra capacidad de reducir los problemas, la información y los opuestos en un todo. Todo se complementa y se suma de modo absolutamente preciso, en una sola imagen perfecta en nuestra raíz, así avanzamos.
4) Rompe las cadenas que constriñen tus pensamientos y romperás las cadenas que constriñen tu cuerpo. En otras palabras, a veces nos quedamos quietos porque los pensamientos impiden nuestro progreso y para avanzar debemos eliminar los pensamientos negativos.
Avanzamos con pensamientos negativos y positivos. Ambos son necesarios. Es como la rueda en la que una parte se mueve hacia adelante y otra hacia atrás, en relación con su centro.
5) La calma es condición para el éxito.
No. Nuestro progreso en el camino espiritual es una combinación de opuestos. Tenemos que estar tranquilos durante el movimiento, que es infinito y total. Si estamos tranquilos, si confiamos en que el flujo de la vida nos lleve a donde quiera llevarnos, no estamos progresando espiritualmente. Por otro lado, hay metodologías orientales que no involucran lo que, en la sabiduría de la Cabalá, llamamos «línea izquierda», es decir, no incorporan cualidades negativas, como la crítica dentro de nuestro avance y por eso, no puedo equipararlas con la Cabalá ni hacer ningún comentario sobre ellas.
6) El juicio es oscuridad para el hombre. Nunca debemos insultar ni menospreciar la individualidad de nadie. Lo único que podemos hacer es condenar sus acciones, pero no a la persona en sí.
No debemos condenar a nadie. Tenemos que corregirnos a nosotros mismos. Si nos corregimos, corregiremos al mundo y no habrá nadie que te condene.
7) Creer en la rectitud propia es una limitación.
Creer en la rectitud propia sólo tiene cabida cuando se basa en el conocimiento superior absoluto, no del individuo, sino de las masas. Cuando avanzamos junto con las masas y descubrimos la fuerza positiva de la naturaleza que habita en nuestras relaciones, encontramos la verdadera rectitud. Una persona individual no puede tener ninguna rectitud.
Para orientarnos en la vida, necesitamos estar con otros nueve amigos y en esa decena, como en un laboratorio, podremos crear un mini sistema, una mini sociedad, donde claramente podamos proyectar entre nosotros, toda la naturaleza, toda la humanidad y todos los mundos.
Así, en nuestra decena, crearemos un globo mágico con nuestros diez deseos e intenciones y veremos todos los universos, mundos, sus habitantes y la fuerza positiva de la naturaleza en él, como en una mini imagen, un minimodelo. Si trabajamos así, entenderemos quiénes somos y hacia dónde vamos.
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