Hace unas dos semanas, The Guardian publicó los resultados de una encuesta encargada por Conference on Jewish Material Claims Against Germany (Conferencia sobre el reclamo material judío contra Alemania). La encuesta reflejó que “algo más de la mitad de los británicos no sabían que 6 millones de judíos fueron asesinados durante el Holocausto y según otra encuesta, una cuarta parte pensaba que la cantidad de asesinatos era de 2 millones o incluso menos. El estudio también señaló que el 67% de los encuestados del Reino Unido creían erróneamente que su gobierno permitió toda o parte de la inmigración judía, cuando de hecho, al estallar la guerra, el gobierno británico cerró la puerta a la inmigración judía”. Aún más desconcertante es que «el 56% cree que algo como el Holocausto podría volver a ocurrir».
Las encuestas hechas en otros países occidentales arrojaron resultados similares. Ya está claro, se acercan tiempos difíciles; ¿lo entenderemos a tiempo?
Cuando vemos lo que sucede hoy en Polonia, el creciente antisemitismo en Alemania, la rápida islamización de Francia, Gran Bretaña y otros países, es claro que pronto, no habrá necesidad de preguntarle a la gente su opinión sobre los judíos. Mostrará su odio muy abierta y violentamente. Si pudimos alegar ignorancia antes y durante la Segunda Guerra Mundial, no podremos hacerlo ahora que todo está grabado en video y a menudo lo vemos en tiempo real.
Nada ha cambiado en los últimos ochenta años. Así como el país más «ilustrado» golpeó a los judíos en ese entonces, los países más «ilustrados» están al frente de la campaña contra nosotros ahora. Mientras más se hunde el mundo en crisis, virus, inflación, tensiones internacionales, migración, fundamentalismo o lo que sea, más se culpa a los judíos. Por ahora, está sucediendo bajo la apariencia de crítica a Israel, pero no debemos engañarnos; es el mismo odio a los judíos y terminará muy mal, como siempre.
Si queremos eliminar el antisemitismo, debemos comprender su raíz. Todos los problemas del mundo se derivan de las malas relaciones humanas. No hay más problemas que el odio mutuo.
Ningún animal odia a otro animal. Los cazados tienen miedo de los cazadores, pero no hay odio entre ellos. De hecho, se ha demostrado que, si no fuera por los cazadores, los animales cazados no prosperarían con buena salud.
La ira del mundo contra los judíos es resultado de la misión de nuestra nación. Estamos destinados a dar ejemplo de unidad. Fuimos designados para demostrar nociones tan sublimes como «Ama a tu prójimo como a ti mismo» y responsabilidad mutua y, ya se lo dimos al mundo.
Pero ahora le estamos fallando. Nuestra división no es sólo nuestro problema. Es, ante todo, problema del mundo, porque cuando estamos divididos, no somos ejemplo de unidad, sino de división. Como resultado, estallan conflictos y las naciones culpan a los judíos. Instintivamente, sienten que sus conflictos son culpa de los judíos, incluso si no pueden racionalizarlo con palabras. Sin embargo, si ves nuestra historia (referencia más abajo), verás que el mundo nos abraza cuando estamos unidos y nos castiga cuando estamos divididos.
De hecho, el Holocausto podría volver a ocurrir. Pero, no es porque el mundo vuelva a odiarnos, sino porque nos odiamos nosotros mismos a niveles que el mundo no puede tolerar. Cualquier esfuerzo que hagamos para frenar el antisemitismo, fracasará, a menos que nos unamos. Si nos unimos, no necesitaremos esfuerzos para frenar el antisemitismo; se disolverá por sí mismo.
Para más información sobre la unidad judía consulta mi libro: La elección judía: Unidad o antisemitismo.
Por Dios! No podemos volver al