Babilonia bajo la bandera de EUA

Estados Unidos lo tiene todo: socialistas, comunistas, capitalistas, gente hambrienta sin techo y multimillonarios que poseen mansiones en todo el mundo. EUA también tiene enormes brechas sociales y con el coronavirus y los disturbios contra el racismo, los problemas lo inundan por todas partes. No envidio al que gane las próximas elecciones.

Los problemas en la sociedad estadounidense de hoy, sólo se pueden resolver con amor porque son causados ​​por el odio. No soy un idealista ingenuo; es sólo que el antídoto del odio es el amor. En el mismo sentido que la luz «cura» la oscuridad y el agua «cura» la aridez, el amor «cura» el odio.

Tendremos que pensar en cómo acercarnos porque, de lo contrario, la realidad nos obligará a hacerlo con sus propios medios dolorosos. Podríamos estar viendo una guerra mundial, peores brotes de pandemias, catástrofes naturales y quién sabe qué más nos depara la naturaleza. Por eso, debemos abordar los términos que la naturaleza nos dio, por nuestra propia voluntad.

No soy socialista ni capitalista ni luchador por los derechos de nadie; soy investigador de la naturaleza y, como tal, quiero hablar sobre lo que la naturaleza quiere de nosotros. Nos guste o no, tendremos que cumplir con sus requisitos; la naturaleza ganará, así que es mejor seguir sus directivas por nuestra propia cuenta.

Esto es lo que la naturaleza nos dice: Estados Unidos necesita unirse; de lo contrario, el país se vendrá abajo. Gran parte del país está dividido en facciones que luchan entre sí. Y como el amor es la cura para el odio, la unidad es la cura para la separación.

Ganar una elección y ganar poder sobre el oponente, por cuatro años, no traerá unidad, y ciertamente no amor. Debemos buscar formas de acercarnos. Fotos arrodillándonos no ayudan si el odio y la separación persisten.

El odio solo puede curarse con un amor que lo cubra. Y precisamente porque surgió tanto odio, no hay mejor momento para esforzarse por cubrirlo con amor que ahora. Europeos americanos, afroamericanos, latinoamericanos, asiáticos americanos y los nativos americanos viven en el mismo país. Es verdaderamente una Babilonia moderna y seguirá siendo, porque la gente es quién es. Si no puede haber unidad entre diversas razas y colores en Estados Unidos, habrá catástrofes de proporciones verdaderamente bíblicas.

También en Babilonia hubo un hombre que presionó por la unidad sobre el odio. Se llamó Abraham, hoy lo conocemos como Abraham el Patriarca. Sus esfuerzos para unir a sus compatriotas, por encima de su odio mutuo fueron rechazados y él mismo fue expulsado de su tierra natal. Ahora Babilonia es reconstruida a través del océano desde el gran imperio del pasado. Pero la necesidad de conexión, de amor para sanar el odio, es tan urgente como lo fue y también lo serán las consecuencias de rechazarlo.

En un año electoral, las emociones estallan y las tensiones aumentan. Y las tensiones raciales se encuentran entre las más incendiarias. Como judío nacido en Rusia, sé acerca de la tensión racial y sé de primera mano cómo se siente cuando te discriminan por las características con las que naciste. Aún así, no hay cura para el odio que no sea cubrirlo con amor. Sólo cuando las facciones prefieran el bienestar de todos a la superioridad de su propia división, podrán construir un puente de amor sobre el odio. Así y sólo así, el blanco seguirá siendo blanco, el negro seguirá siendo negro, el amarillo seguirá siendo amarillo y el rojo seguirá siendo rojo, pero el amor prevalecerá sobre todos ellos. Sólo ese poder puede conciliar al pueblo estadounidense en una sola nación bajo Dios.

Y para hacerlo, la moderna Babilonia necesita la técnica de Abraham. Debemos convocar a todos aquellos que buscan la unidad y trabajar con ellos, tal como lo hizo Abraham hace treinta y ocho siglos.

Ahora que el viejo sistema está colapsando, es hora de construir la unidad entre todos. sólo necesitamos aprender a conectarnos, pues sin eso, todo se vendrá abajo, sin dejar nada de nuestra civilización.