Hace unos días en Israel, hubo un cambio de gobierno. Siempre una nueva administración es una oportunidad para reflexionar y esperar un liderazgo adecuado, que funcione como debería hacerlo: que trabaje para la gente. Si en teoría, el gobierno tuviera en mente el mejor interés de la gente, veríamos un plan de dos secciones. Sección 1 detallaría la situación ideal, los mayores logros que podamos imaginar. Sección 2 cortaría la sección 1 en pedazos pequeños y digeribles, para poder cumplir uno por uno. En mi opinión, la mayor ganancia que podemos esperar y que debemos esforzarnos en obtener, es responsabilidad mutua y amor a los demás, como en el verso, «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Si lo logramos, también lograremos cualquier otra recompensa que podamos imaginar.
Pero, para que suceda, primero debemos estar de acuerdo en que el propósito de la existencia del pueblo de Israel y del Estado de Israel, es vivir en responsabilidad mutua y en amor por los demás. La base de nuestra nación, el principio básico de ser judío, es amar a los demás. El Talmud de Jerusalén escribe (Nedarim 30b), “’Ama a tu prójimo como a ti mismo’; Rabí Akiva dice: ‘Es una gran regla en la Torá”. El libro Likutey Halajot [Reglas varias] profundiza en el tema y explica que las diferentes facciones deben alcanzar unidad, no para derrotar al enemigo común, sino para lograr amor. “La vitalidad se logra principalmente con unidad, pues todos los cambios se incluyen en la fuente de la unidad”, escribe el autor, Nathan Sternhartz. “Por esta razón, “Ama a tu prójimo como a ti mismo” es la gran regla de la Torá, que debe incorporarse a la unidad y la paz. La vitalidad, el sustento y la corrección de la creación, en principio, los logra gente de diferentes opiniones, que se conecta en amor, unidad y paz».
A la luz del deterioro de la actual situación social en Israel y del declive del estatus internacional del país, creo que todos debemos darnos cuenta de que volver a nuestras raíces, a la única fuente de poder y legitimidad que hemos tenido, ya no es opción; ¡es obligación! Debemos discutir en cada canal y en cada panel que la responsabilidad mutua y el amor por los demás pertenecen a nuestro estado actual, que son las tareas más importantes que tenemos hoy y también debemos discutir, lo que sucederá si no lo hacemos. Necesitamos educarnos en esto, del mismo modo que nos educamos en todo lo que es importante para nosotros en la vida.
Además, educar para amar a los demás, debe ser parte del sistema de educación, se debe incorporar en el plan de estudios de cada escuela, como materia básica que se debe enseñar y mejorar con programas y actividades educativas extracurriculares. Si pensamos en las palabras de Sternhartz, “La vitalidad, el sustento y la corrección de la creación, en principio, los logra gente de diferentes opiniones, que se conecta en amor, unidad y paz», es fácil ver que estamos muy lejos de lograrlo. Pero, los acontecimientos de los últimos meses no nos dejan más opción que esforzarnos por superar todas las dificultades, a pesar de todo e incluso por encima de nuestro resentimiento inherente hacia los demás.
Debemos tener en cuenta que somos diferentes a cualquier otra nación. Cada nación viene de alguien y pertenece a algún núcleo central que la inició. Los judíos vienen de todas partes y no pertenecen a ningún núcleo central. Cuando Abraham reunió a la gente a su alrededor y le habló acerca de la unidad, tal como deberíamos hacerlo ahora, sus discípulos vinieron de todo el Creciente Fértil y el Medio Oriente. Venían de diferentes tribus y naciones y no tenían nada en común, sólo la idea de que «gente de diferente opinión se conecta en amor, unidad y paz». Si no restablecemos nuestra unidad, ¿cómo podemos ser nación? Volvemos a ser una multitud de extraños que no creen en la idea de unidad y no ven ninguna razón para buscarla. ¿Es difícil ver que en un estado así, nuestros días como nación están contados?
Si queremos que Israel avance con éxito, debemos construirlo correctamente, no de la forma en que se construyen otras naciones, pues no somos como otras naciones, eso es evidente para todos, sino de la forma en la que Israel debe construirse: con base en amor a los demás y responsabilidad mutua. Por eso, incluso antes de pensar en el nuevo gobierno, debemos pensar en la forma futura de nuestro país y de nuestra nación.
Buen día,. Muchas gracias 🌹 estoy en el camino de la unidad, solidaridad y conexión con la mejor disposición. Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🙏