Recibí esta pregunta de Alina, quien nos sigue en redes sociales:
“Fui criada por mis padres de forma que yo siempre fui culpada por todo. Lo absorbí como esponja y fue peor con el paso de los años. Mi esposo e hijos me señalaban como la culpable de todo lo que sucedía. Y así vivo, culpándome de todo y pensando que soy responsable. Me destrozo y no puedo salir de este infierno. Aún soy relativamente joven. Quiero vivir sin dolor y sin culpa, ¿puedo salir de esta situación?
¡Por supuesto! Depende de que comprendas que todos los estados son enviados desde la fuerza superior única que existe.
Cuando Alina dice que se acostumbró a tener la culpa, no es cierto que nadie sea culpable de nada. Aún tenemos que alcanzar esa conciencia.
Para que Alina deje de culparse y en general, dejemos de culparnos, debemos descubrir que hay una fuerza única en el mundo que crea, controla y lo determina todo.
Al descubrirlo, llegaremos a ver que no actuamos nosotros, sino que esa fuerza actúa en nosotros. La cualidad egoísta que habita en nuestro interior, es la que nos manipula para pensar que actuamos en este mundo. Además, en el caso de Alina, incorrectamente piensa que sus padres, marido e hijos actúan en consecuencia. Pero sólo le parece que ese es el caso. Más bien, ella atrae esas relaciones y no tiene ninguna culpa.
Por eso, la única acción de Alina es comprender que así trabaja la fuerza superior con ella y que todo es obra de una sola fuerza. Si lucha por entregar sus estados a la fuerza superior, podrá acercarse a la revelación de esa fuerza. Y verá que no es culpable de nada y que sólo la fuerza superior actúa en su vida y en general, en toda la realidad.
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