Cómo detener el abuso de drogas

Hace casi cincuenta años, el 18 de junio de 1971, el entonces presidente Richard Nixon declaró que el abuso de drogas era el «enemigo público número uno». Y medio siglo después, podemos declarar que la guerra contra las drogas es una causa perdida. Las drogas son legales en casi todas partes y en algunos lugares, la ley permite incluso las drogas duras. Lo que antes era inconcebible, ahora es un hecho.

No debería sorprendernos que sea así. La legalización de las drogas, incluidas las drogas duras, ha sido un proceso continuo durante varias décadas. Era la única solución en la que podían pensar las autoridades para el creciente problema de la frustración de la gente con la inutilidad de su vida. Y, en lugar de los cigarrillos, que no adormecen la mente, sino que ayudan a pensar, las autoridades decidieron adormecernos, deslegitimando los cigarrillos y legalizando las drogas.

Y mientras estaban en eso, las autoridades entendieron que podían hacer una fortuna, utilizando a los adictos como especie de «clientela cautiva», si se quiere, para darle un ingreso seguro, pero también a cientos de millones de usuarios recreativos, para obtener enormes beneficios. Para ocultarlo, nos recuerdan que consumir drogas es nuestra elección.

Pero en realidad no es nuestra elección. La humanidad ha consumido drogas desde tiempos inmemoriales. La vida siempre ha sido dura y las drogas siempre han sido una forma de hacer que las cosas parezcan más fáciles y nos ayudan a escapar de las dificultades.

El problema es que las dificultades actuales son menos existenciales y más emocionales. La mayoría de la gente, al menos en el mundo desarrollado, puede mantenerse a nivel físico. Pero, no entiende para qué ni cuál es el propósito de la vida. La mayoría de la gente no racionaliza ni verbaliza su frustración y la pregunta básica que se hacen millones es algo así como esto: “Bien, puedo arreglármelas; tengo suficiente para comer, un techo sobre mi cabeza, ropa para ponerme e incluso algo de dinero para entretenimiento. Pero, ¿para qué sirve todo esto? finalmente, ¿para qué voy de un día a otro? ¿cuál será el resultado final de mi vida? ¿del tiempo que pasé en las redes sociales? ¿las innumerables horas que jugué juegos en línea? ¿Cuál es el verdadero significado de mi vida?» Al no poder responder a esta pregunta, muchos recurren a diversas formas de escapismo como deportes extremos, viajes frenéticos, adicción al trabajo, violencia y agresión hacia ellos mismos o hacia los demás y muy a menudo también al abuso de sustancias, legales o ilegales.

Ninguna prohibición funcionará cuando se trata de abuso de sustancias, ninguna sanción y ninguna guerra contra las drogas. Pues, no se puede arrestar a todo el mundo, simplemente, es demasiado caro. Peor aún, las autoridades obtienen enormes beneficios de las adicciones de la gente y no tienen interés en contener el abuso de drogas, eso paralizaría su negocio lucrativo.

Sin embargo, si en algún momento alguien quisiera reducir la dependencia a las drogas, hay una manera fácil de hacerlo: aprender cuál es el propósito de la vida.

La intuición de la gente es correcta, su frustración está justificada. La vida tiene más que los años que pasamos como forma de vida proteica. La vida es eterna, completa y cada elemento en ella está conectado con todos los demás elementos y el hombre está destinado a revelarlo todo y a experimentar esta eternidad.

Las células de nuestro cuerpo no operan como seres independientes, sino como elementos de un sistema más grande, que es nuestro cuerpo. Cada célula funciona como debe y durante el tiempo que necesita, pero la conciencia de todo el cuerpo es lo que determina el funcionamiento de cada célula y el tiempo que vive. Nosotros también somos elementos en el sistema más amplio de la naturaleza o de la realidad y también tenemos un cierto papel que desempeñar y un cierto marco de tiempo para hacerlo. Si somos conscientes del cuerpo general, del que somos parte, no sentiremos nuestra propia existencia finita, sino la existencia infinita de todo el cuerpo. El propósito en esta vida es cambiar nuestra conciencia, de la conciencia confinada de nuestra existencia física, a la conciencia expansiva de toda la realidad.

Si lo logramos, no tendremos problemas de frustración con la vida ni depresión por no poder encontrar su significado y cualquier problema relacionado con la depresión, desaparecerá por sí solo. De hecho, si logramos pensar como un cuerpo completo, en lugar de como células separadas, todos nuestros problemas desaparecerán, no sólo el abuso de sustancias. Pues nos sentiremos una sola entidad y cooperaremos para crear las mejores condiciones posibles para todos. Cuando lo logremos, dejaremos de pelear entre nosotros, dejaremos de enfermarnos, dejaremos de abusar unos de otros y de la naturaleza y dejaremos de abusar de las drogas.