En última instancia, lo que puede ayudar a las familias de los rehenes, a las familias y amigos de los muertos y heridos y, a los mismos rehenes, es nuestra conexión.
¿Por qué? Porque nuestra conexión nos acerca a la fuerza superior, al Creador, es decir, a la fuerza de amor, otorgamiento y conexión que nos creó, nos sostiene y que lo abarca todo. Y podremos pedirle perdón y corrección a esta fuerza y, que nos devuelva al estado corregido, donde nos conectemos armónica y pacíficamente.
Debemos pedir perdón, porque rompimos las condiciones que el Creador puso ante nosotros y en lugar de conectarnos por encima de nuestras divisiones, dejamos que los impulsos egoístas y divisivos nos enfrenten unos contra otros, eso condujo a los trágicos acontecimientos del 7 de octubre. Por eso, en este respecto, necesitamos hacer una gran introspección, pedir perdón y, tengo muchas esperanzas de que el Creador nos perdone.
Después, debemos pedir corrección para que el Creador nos ayude a conectarnos. Pues, sabemos que, antes de los trágicos acontecimientos del 7 de octubre, había tanto odio entre el pueblo de Israel, que sólo la fuerza superior podrá organizar nuestras relaciones para que se conviertan en apoyo y cuidado mutuos. La fuerza superior no organizó nuestras conexiones de antemano, porque nosotros no pedimos conexiones positivas. En cambio, dejamos que las divisiones aumenten continuamente y amplíen la distancia entre nosotros.
Necesitamos alcanzar un estado en el que, pidamos ayuda al Creador para conectarnos por encima de nuestros impulsos divisivos. Si logramos una solicitud genuina en ese sentido, el Creador responderá en consecuencia.
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