En Introducción al estudio de las diez Sefirot” el cabalista Yehuda Ashlag (Baal HaSulam) escribe que la sabiduría de la Cabalá puede ser poción de vida o poción de muerte.
Se puede explicar de manera similar a la relación entre medicina y veneno, para curar enfermedades en nuestro mundo. Toda la medicina es veneno, pero no todos los venenos son medicinas. Los medicamentos se crearon a base de veneno; de lo contrario, no tendrían ningún efecto curativo.
Podemos ser curados o corregidos, sólo con ayuda de veneno, convirtiendo veneno en medicina o tomando porciones especiales de veneno. Este principio surge de los fundamentos de la naturaleza y sigue la regla que describe Cabalá: «el ángel de la muerte se convierte en ángel de la vida». Por eso, el símbolo de curación utilizado en la medicina, es una serpiente enroscada alrededor de un recipiente con medicamentos.
En relación con el desarrollo espiritual, usamos la sabiduría de la Cabalá de forma similar. Si nos acercamos a los textos cabalistas como medio para corregir nuestra naturaleza egoísta -que nos hace dar prioridad al beneficio personal por sobre el bien de los demás y de la naturaleza y que tampoco nos permite sentirnos verdaderamente satisfechos-, atraeremos una fuerza especial llamada “luz circundante” (Oh𝘳 Makif). Cuando atraemos esta fuerza, en la medida en que pueda corregir nuestro ego, invierte nuestra intención egoísta en la intención altruista opuesta, en equilibrio con la trayectoria altruista de la fuerza fuente de amor y otorgamiento de la naturaleza.
Pero, si no usamos los textos cabalistas como medio para corregir el ego y lograr equilibrio con la naturaleza, meta que Cabalá define como “lograr adhesión con el Creador” (en Cabalá, naturaleza y Creador son sinónimos, ambos definen la fuerza única de amor y otorgamiento que creó y sostiene la vida), los estudios sólo servirán para inflar nuestras cualidades egoístas de orgullo y superioridad moral y en general, la demanda de recompensas personales, tanto en este mundo como en el mundo por venir. Así usamos Cabalá de forma incorrecta, como poción de muerte, nos volvemos más egoístas y le exigimos recompensa al Creador.
En otro artículo introductorio clave sobre la sabiduría, Introducción al libro del Zóhar, Baal HaSulam escribe (puntos 69-71) que la fuente de todos los problemas que tenemos en el mundo, es por el uso incorrecto de la sabiduría de la Cabalá. Es decir, nuestra naturaleza egoísta, que nos lleva a desear explotar a los demás sólo en beneficio personal, es la causa fundamental de todos los problemas que encontramos en la vida y su corrección -equilibrio con la fuerza positiva que habita en la naturaleza, con la cualidad del Creador de amar y otorgar- es la solución fundamental a todo problema. Por eso, la diferencia entre ascender a una realidad eterna y perfecta o perecer en nuestros deseos egoístas parciales e insatisfechos reside en usar correctamente la sabiduría de la Cabalá.
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