Los pensamientos sobre el significado y el propósito de la vida son la forma con la que el Creador nos invita a dialogar.
Son como mensajeros que llaman a la puerta para avisarnos de una entrega especial.
Sólo necesitamos abrir la puerta, aceptar el paquete, desempacar y por el contenido, reconocer a su remitente y saber cómo debemos responder.
Muchos escuchamos el llamado, pero esperamos sentados en el sofá, viendo televisión, jugando con teléfonos y gritando a los mensajeros que dejen los paquetes en la puerta, que los recogeremos más tarde.
Esa actitud disuelve el despertar y quién sabe cuándo volveremos a sentir el llamado a la puerta de nuestro corazón.
Cuando recibimos la invitación, debemos entenderla de inmediato. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para abrir el paquete, ver la dirección del remitente, averiguar cuál entrega especial le gustaría más y cómo podemos enviarle esa entrega de vuelta.
Doctor, me ganó la palabra, la tenía a flor de labios. Comparto el artículo con mis fans.