La historia de Purim describe el casi genocidio del pueblo judío.
Amán vio la división de los judíos como una oportunidad para erradicarlos. “Hay un pueblo disperso y esparcido entre los pueblos” (Ester 3:8). Amán dijo que en su opinión, los judíos podrían ser destruidos, porque estaban separados entre ellos.
Pero, Mordejai, el héroe de la historia de Purim, trabajó para borrar la división de los judíos y finalmente les salvó la vida: “los judíos se unieron para defender su vida” (Ester 8:11).
Purim es tan importante para los judíos de hoy, como lo fue para los judíos de la historia misma. Además, es de gran trascendencia para la sociedad en general. Un aspecto cardinal que debe entenderse del significado de Purim, para comprender su relevancia moderna, es en relación con Amán: ¿Quién o qué es Amán en tiempos actuales? Es decir, ¿quién o qué está detrás del creciente distanciamiento y polarización de la sociedad?
La respuesta inmediata, de acuerdo con nuestros instintos primarios, es poner la culpa en un presidente o en un grupo político, financiero, ejecutivo u otros conspiradores. Pero, más allá del valor nominal de señalar con el dedo, lo que realmente está detrás de la división social actual, es la mentalidad divisiva que representa Amán: el deseo de buscar dinero, honor, control y poder a pesar de todos y de todo. Esta mentalidad divisiva nos aísla, nos separa, nos perjudica y encubre el daño que nos hacemos unos a otros.
La atmósfera social tumultuosa de hoy es un llamado para que busquemos nuestra voz común, como una humanidad que comparte valores y propósitos. Si usamos este llamado para conectarnos, al menos un poco, por encima de nuestros instintos primarios, podremos crear un mundo mucho más armónico y pacífico.
Siempre que el pueblo judío estuvo en riesgo de ruina, nuestra unidad nos salvó. Podemos usar la historia de Purim como recordatorio eterno de que, nuestra unidad puede sacarnos de las peores situaciones y que al unirnos, damos ejemplo constructivo y positivo para el resto de la humanidad.
Aunque nosotros, los judíos, tenemos la obligación innata de establecer el estándar para elegir la unidad sobre la división, gente de todas las razas, colores, formas y tamaños, debe dar los mismos pasos hacia la unidad, antes de que haya mayor confusión y crisis. Nuestro destino está en nuestras manos.
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