¿Cuál es el valor espiritual del dinero?

El dinero es un invento antiguo. Los registros históricos muestran que en el año 650 AEC, ya había monedas en circulación. Inicialmente, el valor del dinero se determinaba por el peso y el material de las monedas. Con el tiempo, las monedas de metal dieron paso a billetes de papel y en el siglo XVII, Europa empezó a imprimir papel moneda.

Hasta hoy, el dinero sigue siendo un elemento central en la vida humana, a menudo genera debates y moldea las relaciones. Fluye de mano en mano y sirve como medio de conexión entre la gente. Pero, ¿qué hay detrás de su profundo impacto y su uso avanzado?

En términos cabalistas, la raíz del dinero está en los conceptos espirituales de luz y vasija, fuerzas que deben estar conectadas en armonía. Esa conexión se logra, ocultando los deseos egoístas bajo una “pantalla” (𝘔𝘢𝘴𝘢j), que es una cobertura o restricción espiritual, en hebreo se llama Kisufá . El término “dinero” (Kesef) deriva de este concepto. Espiritualmente, tener dinero es tener una pantalla, una cobertura que nos permite dirigir adecuadamente los deseos hacia el amor, otorgamiento y conexión positiva con los demás y con la naturaleza.

En el mundo material, este principio espiritual se refleja en la regla que dice: toda forma de recibir debe ser precedida por el esfuerzo. El esfuerzo crea una cobertura sobre el deseo, que permite que se use correctamente. El grado de esfuerzo que se está dispuesto a invertir en un deseo específico, determina el grado de su satisfacción final.

En la antigüedad, el esfuerzo humano era, principalmente, la supervivencia básica, como recolectar alimentos, de forma muy similar a los animales que se concentran en satisfacer sus necesidades corporales. Pero, incluso en ausencia de dinero físico, la gente siempre «pagaba» con esfuerzo, por sus deseos. Ese esfuerzo no sólo satisfacía los deseos existentes, también despertaba otros nuevos, eso requería mayor esfuerzo y el desarrollo de una pantalla interna, una cobertura para regular y canalizar esos deseos.

Por eso, el concepto dinero, tanto material como espiritual, surge simultáneamente con la aparición del deseo. A lo largo de la historia, ha habido trueques, intercambios de bienes y servicios y otras formas intangibles de pago, como sonrisas, gratitud o buena voluntad. El pago, ya sea voluntario o impuesto por las normas sociales, es un principio ineludible. Si no logramos compensar lo que recibimos, el sistema superior, que refleja un orden espiritual superior, acabará por saldar nuestras deudas y restablecer el equilibrio.