Un líder verdadero debe sentir que lo hace todo para dar buen ejemplo a su gente, un “ejemplo correcto” es “amar al prójimo como a uno mismo”.
En el futuro, cuando hayamos evolucionado más allá de nuestras diferencias y conflictos egoístas, estaremos en presencia de líderes que ejemplifiquen este principio. Será el momento en el que el mundo se transforme y se vuelva amoroso y apacible y todos verán la enorme abundancia que hay ante sus ojos, pero que actualmente está bloqueada por nuestra percepción egoísta innata -el deseo de disfrutar a expensas de los demás.
Los líderes que den a la humanidad ejemplo de «amar al prójimo como a sí mismos» ganarán esa capacidad al elevarse por encima de su naturaleza egoísta y lograrán conexión con la fuerza positiva de amor y otorgamiento de la naturaleza. Y se preocuparán por transmitir la cualidad de amor por los demás que lograron. Mientras más gente adopte esa cualidad de amor, más se acercarán entre sí y a la naturaleza, eso facilitará una importante transición hacia la paz y la armonía globales.
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