Varias fuentes cabalistas hacen énfasis en la necesidad de que, la gente de Israel se una como una familia. Especialmente en días trágicos, la verdad de este mensaje se hace evidente y es importante aclarar que el término familia, no abarca únicamente las relaciones sanguíneas, sino que la familia trasciende los lazos de sangre. Se trata de que todos lleguen a sentir que la persona que está a su lado, es parte de la misma familia.
Todos necesitamos sentir que somos parte de una entidad unida. Cuando logramos esa unidad, no sólo superamos a los aparentes enemigos fuera de nosotros, más importante, nos elevamos sobre nuestro enemigo interno: el deseo egoísta en nosotros, que constantemente nos separa de los demás y usa a todos y todo fuera de nosotros, en beneficio personal.
La idea de unirnos por encima del ego, aunque somos individuos con diferentes antecedentes, personalidad y cosmovisión, incluidos muchos que se oponen y resisten a los demás, puede parecer una tarea imposible. Sin embargo, debemos crear conciencia de que, cuando logremos unirnos, podremos triunfar y lograr una vida armónica y pacífica para todos. Si dejamos de lado las contradicciones y diferencias y reconocemos que somos un todo interconectado, podremos superar nuestras luchas internas y al hacerlo, veremos que, fuera de nosotros, no hay enemigos.
Una etapa clave en el desarrollo del pueblo de Israel, fue cuando, al pie del Monte Sinaí, aceptamos el pacto de ser «como un hombre con un corazón». Nos enfrentamos a una elección de vida o muerte: «o unirnos ahora o enfrentar consecuencias terribles». Hoy, una vez más enfrentamos un desafío de inmensa magnitud y es imperativo que comprendamos que necesitamos unirnos por encima de todo.
Necesitamos reconocer nuestra inclinación egoísta, que constantemente nos hace querer que nuestra opinión anule la de los demás. Si bien el ego realmente es un problema, no debemos tratar de someterlo ni de eliminarlo, porque es nuestra naturaleza. Por el contrario, junto con el reconocimiento de su fuerza determinante, que opera dentro de nosotros, necesitamos desarrollar una atmósfera de apoyo y aliento a nuestro alrededor, donde planteamos la necesidad de unirnos por encima de nuestra inclinación, pues es cuestión de vida o muerte. Si no nos unimos por encima del ego ni dejamos de alejarnos de opiniones divisivas, nuevamente nos veremos en situaciones en las que atraeremos un ataque de enemigos fuera de nosotros, similar a lo que vivimos en el evento trágico del 7 de octubre de 2023.
Por eso, ahora que estamos en medio de un grave estado de guerra, debemos lidiar con la situación en cuestión y también crear conciencia sobre lo que se puede evitar para que esos estados extremos no se materialicen en el futuro. Todo apunta a la necesidad de unirnos por encima de nuestras divisiones.
¿Qué pasos debemos dar para lograr esta unidad? En pocas palabras, cada uno debería alejarse de su propio enfoque. Por poner un ejemplo, hoy vemos muchísimas historias de desinterés, que emergen de las primeras líneas de conflicto, donde hay gente que arriesga su vida por el bien de otros. Estos actos demuestran la inclinación a elevarnos por encima de nosotros mismos. Cuando tenemos un fuerte sentido de la necesidad de estar allí uno para otro, podemos unirnos y tener éxito. El verdadero logro se produce cuando nos unimos «como un hombre con un corazón» por encima de los impulsos egoístas que nos dividen y alcanzamos el propósito de unidad y una vida plena.
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