Foto: Un hombre palestino envuelto en la bandera palestina pasa junto a neumáticos quemados en protesta por las tensiones en la Mezquita Al-Aqsa de Jerusalén, en el puesto de control de Huwara, cerca de Naplusa, en la Cisjordania ocupada por Israel, 29/may/22. REUTERS/Raneen Sawafta
Recientemente, en un cruce fronterizo en Huwara, una ciudad al sur de Nablus, un terrorista palestino fue asesinado a tiros por un oficial de la policía fronteriza israelí, en una pelea, después de que el terrorista intentara robar el arma del oficial. El evento fue filmado, distribuido en las redes sociales y presentado como la ejecución de un palestino. Israel fue condenado por las Naciones Unidas, Estados Unidos y otros y una vez más, despertó la pregunta de si algún día se verá el lado de Israel de la historia. Es decir, el oficial actuó para proteger su vida y la vida de los demás y también está escrito en la Torá que, si vienen a matarte, mátalo primero.
Que otros vean el lado de Israel en esta historia, depende sólo de que nosotros, los judíos, actuemos desde la unidad común, por encima de nuestras diferencias. Así, el mundo cambiará su actitud hacia Israel; de negativa a positiva, es decir, a un pueblo que trae paz y amor a la humanidad. En la medida en que nos comportemos como pueblo dividido, el mundo también sentirá que traemos dolor y tormento al mundo y seguirá viéndonos negativamente.
Israel está sujeto a estándares totalmente diferentes a los de las otras naciones, porque hay más demandas sobre Israel que sobre cualquier otra nación. Inicialmente, nos convertimos en el pueblo de Israel, cuando seguimos la guía de Abraham y alcanzamos el estado de «ama a tu prójimo como a ti mismo». Alcanzar un estado de amor común hacia los demás es una ley que debemos cumplir, para darnos cuenta de lo que debemos hacer en el mundo. Hasta que implementemos esta ley en nuestras conexiones, podremos amar a los demás y ellos también nos amarán a nosotros.
Actúa como cadena y el primer eslabón es el amor por nuestro prójimo en el pueblo de Israel. Si alcanzamos un estado en el que nos conectemos positivamente por encima de nuestras diferencias, influiremos positivamente en el resto del mundo. Otras naciones tendrán la capacidad de conectarse positivamente y comprenderán que Israel les da esta capacidad. Así, seremos tratados de diferente forma, porque seremos tratados como portadores de paz. El futuro bueno o malo de la humanidad, depende de que el pueblo de Israel sintonice su actitud interna.
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