Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Dañarían los judíos a su propio pueblo para obtener ventajas?

judíos autoodioLa desunión basada en el autoodio, es el centro de todas las adversidades que los judíos hemos vivido a lo largo de las generaciones. La fragmentación entre nosotros, el pueblo judío, alcanzó un nivel que amenaza nuestra vida diaria y nuestra  existencia, sin importar dónde vivamos. El antagonismo y los sentimientos negativos hacia nosotros, están aumentando dondequiera y es típico del patrón que podemos observar en nuestra historia.

En mi libro, Auto odio judío: el enemigo interno – Panorámica del antisemitismo judío, mostré que una y otra vez hemos abusado y marginado a nuestro propio pueblo, a pesar de la evidencia de que nuestra desconexión es la causa de nuestra ruina. Esta condición de conflicto interno, que incluye todos los estados anteriores y el actual, es la continuación de una grieta que comenzó en el momento de la destrucción del Templo.

Lamentablemente, hay tantos ejemplos de daño autoinfligido al pueblo judío que, aunque investigué y mencioné varios de ellos en mi libro, aún son unos pocos. En todos los casos, los principales eventos de los períodos históricos destacados, muestran que la caída del pueblo judío fue resultado de su menguante unidad social. Al comprender la naturaleza de esta grieta, podemos tener una nueva perspectiva que nos ayudará a superar las divisiones.

A lo largo de la historia, todo lo que le ha sucedido al pueblo de Israel reflejó el nivel de conexión o separación dentro de él. Cuando los corazones de la gente estaban unidos, había tranquilidad, pero cuando perdieron la conexión y el amor dio paso al odio infundado, la nación decayó en ruina y exilio.

La revuelta de los Macabeos, alrededor del año 160 AEC, fue dirigida, principalmente, contra los judíos helenizados, más que contra el Imperio seléucida. Además, Tiberio Julio Alejandro, comandante de los ejércitos romanos que conquistaron Jerusalén y envió a los judíos al exilio, era judío alejandrino, su propio padre había donado oro y plata para las puertas del Templo que Alejandro destruyó.**

Antes de la destrucción de Jerusalén, Julio Alejandro exterminó a su propia comunidad judía en Alejandría, lo que, según el historiador judeo-romano Tito Flavio Josefo, dio como resultado que «el lugar se inundara de sangre y cincuenta mil yacieran muertos en montones».***

Durante la Inquisición española, Tomás de Torquemada, inquisidor jefe, era de ascendencia judía, pero eso no disminuyó su celo por expulsar y matar a los judíos. Y tan recientemente como el siglo pasado, durante la República de Weimar y los primeros años del nazismo, la Asociación de Judíos Nacionales Alemanes apoyó y votó por Hitler y el Partido Nazi.

El denominador común de todas estas tragedias que le han sucedido al pueblo judío a lo largo de la historia, fue la ruptura de las relaciones entre judíos. Dos eventos de la antigüedad son de suma importancia para ilustrar el fenómeno del antisemitismo judío hasta nuestros días: la destrucción del Primer Templo en el año 586 AEC por Nabucodonosor y los babilonios debido a la decadencia moral y a las luchas internas de los judíos y, la destrucción del Segundo Templo en el año 70 AEC, por los romanos debido al Sinat Chinam (odio infundado) entre los judíos.

El día nueve del mes hebreo de Av, los judíos conmemoran la destrucción de ambos Templos. La fecha simboliza la profunda ruptura que se produjo entre nosotros a causa de la revelación del ego divisivo. Es un recordatorio de las atrocidades que, como resultado de nuestra desunión, cometimos contra nosotros mismos.

Trato los ejemplos mencionados, en el quinto capítulo de mi libro Jewish Self-Hatred: The Enemy Within An Overview of Jewish Antisemitism (Auto odio judío: el enemigo interno – Panorámica del antisemitismo judío) 

Referencias:

*Tito Flavio Josefo, Antigüedades judías, traducción al inglés, William Whiston, Libro XII, cap. 6. 

**Ronald Syme y Tessa Rajak, Julius Alexander Tiberios, Oxford University Press, 22 de diciembre de 2015. 

***Tito Flavio Josefo, Las guerras de los judíos, trad al inglés. William Whiston, Libro II, cap. 18.

Basado en el libro Jewish Self-Hatred: The Enemy Within An Overview of Jewish Antisemitism (Auto odio judío: el enemigo interno – Panorámica del antisemitismo judío) del doctor Michael Laitman.

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Publicado en: Judíos, News

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