¿Dónde están todos los trabajadores?

Aunque las economías se están reabriendo en muchos países, a medida que más y más personas se vacunan, una parte crucial del mercado laboral aún está luchando por reiniciar: los trabajadores. Los clientes están ahí; los negocios están abiertos, los empleadores están contratando, pero los trabajadores parecen estar cómodos en casa. En algunos países y en algunas ocupaciones, la situación es tan grave, que los solicitantes de empleo están entrevistando a posibles empleadores, en lugar de ser al revés. ¡Incluso hay casos extraños en los que los empleadores realmente pagan a los solicitantes sólo para que asistan a una entrevista de trabajo!

Cuando la Covid-19 recién comenzó, escribí que cuando la humanidad saliera de la pandemia, sería una humanidad diferente. Parece que lo estamos viendo. Algunas personas dicen que la gente recibió demasiado dinero de ayuda por la Covid, pero creo que es mucho más profundo: la gente simplemente no quiere trabajar. Se da cuenta de que su trabajo era una especie de esclavitud y opta por no participar. Eso es lo que está sucediendo.

Creo que lo mejor para todos, es que suceda así. Hay menos contaminación, menos explotación de personas, animales y recursos naturales y todos ganan, excepto los magnates que quieren seguir acumulando miles de millones, pero ¿para qué?

Nuestro trabajo y más aún los trabajos profesionales, solían fijar nuestra autoestima. Pero a muchos ya no les importa. No les importa lo que piense la gente; quieren descansar y pasar el tiempo en paz y es mejor para todos que lo hagan, especialmente para nuestro pobre planeta.

Mientras más ociosos somos, menos opuestos somos a la naturaleza. Toma cualquier animal y verás que cuando no busca comida ni refugio ni cuida a sus crías, descansa pacíficamente. En ese aspecto, no hemos sido como animales. Pasamos cada momento trabajando, ganando más dinero o gastando nuestro dinero y haciendo que otros trabajen más horas. El resultado fue que contaminamos y casi arruinamos nuestro planeta. Si la gente viviera como los animales, si trabajara sólo cuando lo necesita, no nos hubiéramos creado todos los problemas que nos creamos, no estaríamos agotados ni estaríamos estresados.

Es en nuestro interés ser perezosos y es de interés de los magnates que trabajemos lo más duro posible. Por eso, nos venden la noción de que el título de nuestro trabajo define quiénes somos. Pero cuando realmente no nos importa lo que la gente piense de quiénes somos, no tenemos ninguna razón para impresionarla con títulos de trabajo elegantes. ¡Por fin podemos descansar!

Ahora que tenemos más tiempo libre, poco a poco encontraremos cosas más interesantes para hacer. Preguntaremos por qué estamos aquí y descubriremos que nuestra presencia se relaciona con la presencia de toda la gente en el mundo y con el mundo que nos rodea. Veremos que el mundo es un sistema; encontraremos nuestro lugar en él; y estaremos felices y en paz. Por eso estoy agradecido por esta nueva tendencia de no trabajar innecesariamente.