En la sabiduría de la Cabalá se dice que “nuestro único trabajo es, cada día, descubrir el amor entre nosotros”.
El amor es la fuerza inclusiva general de la naturaleza, está escrito que lograr amar a los demás como a nosotros mismos “es la regla más grande de la Torá” (ver cabalista Yehuda Ashlag, Matan Torá [Entrega de la Torá).
Hoy, en la era de la globalización, estamos descubriendo nuestra interconexión e interdependencia globales. Del lado de la naturaleza, la fuerza de amor nos acerca, pero somos opuestos a ella, vivimos en estado de odio mutuo. En otras palabras, la naturaleza es la fuerza altruista y nuestra naturaleza es egoísta, es el deseo de beneficio propio a expensas de los demás y de la naturaleza. Somos opuestos a la naturaleza y esa oposición es la causa de todos nuestros problemas.
Nuestro problema principal es la falta de amor. En el amor descubrimos una vida eterna y perfecta.
¿Por qué tenemos que trabajar por el amor? ¿no todo el mundo lo desea?
De hecho, todos tenemos el deseo de sentir amor, pero ¿cómo podemos entenderlo, no de modo transitorio e involuntario, que es como generalmente lo sentimos en el mundo, sino de forma que podamos hacerlo crecer? Lo logramos, invitando a nuestras conexiones a la fuerza del amor que habita abundantemente en la naturaleza. Acerca de atraer la fuerza del amor a nuestra vida, está escrito: «Creé la inclinación al mal, creé la Torá como condimento, porque la luz en ella reforma».
La luz es la fuerza del amor que puede entrar en la vida y corregir nuestras intenciones, para que realmente queramos amar a los demás como a nosotros mismos. Mientras más nos conectemos con fuentes que explican los fundamentos de la naturaleza (tanto la naturaleza humana como la naturaleza inclusiva en general) más podemos atraer la fuerza de amor de la naturaleza a nuestras conexiones y al hacerlo, lograr una vida feliz y solidaria en todo el mundo, así, mientras más atraemos la fuerza de la luz, más trabaja para corregirnos.
#Cabalá #amor #naturaleza
Deja una respuesta