Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

El deber de cuidar: una visión del sacrificio que se hace por los seres queridos

cuidar deberUn anciano fue al médico para que le removiera los puntos de una cirugía. Todos estaban ocupados. Pidió, exigió y suplicó que lo atendieran rápido, dijo: “Necesito llegar al hospital a tiempo para alimentar a mi esposa enferma. Tiene Alzheimer”.

Una enfermera anciana se liberó inmediatamente y le dijo: “Tal vez se preocupará si llegas tarde. Lo haré muy rápido”.

Él respondió: «No, ella no me reconoce desde hace cinco años».

«Y, ¿cuál es tu prisa si ella no sabe quién eres?»

Respondió: “No importa que ella no sepa quién soy, yo sé quién es ella”.

Esta alegoría plantea la pregunta: ¿Qué impulsa a una persona que no recibe reconocimiento ni recompensa a cambio de sus esfuerzos por otra persona? Este anciano sin recibir ningún agradecimiento ni siquiera una sonrisa, atiende a su amada esposa.

Alguien así simplemente siente que es su deber. Podemos seguir viviendo, sabiendo que tenemos un deber y que no recibimos nada a cambio por cumplirlo. Alguien que siente y opera de acuerdo con ese sentimiento de deber en su vida, ¿actúa por amor?

El deber está más allá del amor. El amor dicta nuestras acciones porque es la actitud que tenemos hacia los demás. Sin embargo, estamos obligados a cumplir un deber más allá de sentir amor o no. En consecuencia, el deber se mide por la responsabilidad.

El amor nos obliga a comportarnos de forma útil con alguien. Cuando no sentimos amor sino sentido del deber, debemos ir en dirección al beneficio de la otra persona, sin permitir que ningún pensamiento de beneficio propio distorsione nuestro actuar.

El ejemplo del anciano muestra que está vivo y que su esposa apenas existe, pero él guía su vida hacia ella. Lo que lo mantiene vivo, es cuidarla.

Incluso si hubiera gente a su alrededor que reconociera su esfuerzo y le dijera que es un gran hombre, cariñoso, afectuoso y responsable, no significaría nada para él.

Pero, ¿este anciano es ejemplo de alguien que se acerca a la cualidad espiritual del otorgar? No. Porque el sentido del deber que le hace cuidar y alimentar a su esposa, es su satisfacción. Su esposa, acostada en su cama de hospital, no reconoce a nadie, pero mantiene unidos a los miembros de su familia. Pero la fuerza para cumplir ese sentido del deber en nuestra vida es una cualidad que nos viene de arriba, es decir, la naturaleza nos da esa habilidad.

La naturaleza o el Creador, es decir, la fuerza de amor y otorgamiento que creó y sostiene la realidad, está en todas partes. Pero cuando actuamos con el objetivo de beneficiar a otros sin considerar nuestro beneficio, esta fuerza está más presente.

Con el tiempo, alcanzaremos un estado en el que la fuerza de amor y otorgamiento vitalizarán nuestras conexiones y actitudes mutuas y viviremos vidas largas una total sensación de plenitud, mucho mayor que la plenitud que sentimos actualmente en la vida.

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