Pésaj, en hebreo significa pasar.
Simboliza la transición del predominio del faraón, nuestro ego, deseo de explotar a otros en beneficio propio, a un estado de amor y otorgamiento, cuando surge un nuevo deseo de conexión social positiva. Este deseo se llama «Moisés», del hebreo «Moshej» (jalar), porque él es el que saca a Israel del exilio, es decir del control del ego. De hecho, la fiesta de Pésaj describe el proceso interno de las fuerzas contradictorias que interactúan, hasta que el período de división que se intensifica, finalmente conduce a un enfoque totalmente diferente, uno de consideración por los demás.
Un período crítico de reflexión vino con el brote de COVID-19. Se levantó como un espejo para que nos veamos a nosotros mismos y que descubramos que somos interdependientes y que hemos sido opuesto al estado deseable de amor mutuo. Nos indica que no hay a dónde ir y que es mejor sentarnos y no hacer nada, sólo mejorar nuestra relación con los que están cerca a nosotros -aunque no haya proximidad física- y con la sociedad.
¿Por qué es tan importante?
Es esencial porque la causa raíz de todo problema, es nuestro deseo egoísta de disfrutar sólo por nosotros mismos en total desprecio a los demás. Y si me preocupo por los demás, es sólo si tengo relación o dependo de ellos. Como resultado de este enfoque, después de un período tan extendido, no pudimos crear las condiciones necesarias para salir de la pandemia.
La Haggadah que recitamos durante la mesa tradicional de Seder, incluye la frase «fuimos esclavos» del faraón y no pudimos escapar por nosotros mismos. Hoy también somos esclavos de nuestra mala inclinación, eso despierta disputas entre nosotros y crea falta de equilibrio en todos los niveles de la naturaleza, también causa enfermedad, desesperación y aflicción. La liberación de ese estado es la verdadera salida de Egipto, la salida del control de nuestros deseos egoístas.
¿Cuándo seremos liberados?
Cuando estemos libres de odio y comencemos a sentir que nuestra salud y nuestro buen futuro está en nuestras relaciones positivas. Cuando empecemos a pensar bien de los demás, a abrazarlos y deseemos su bienestar. Podemos lograr este objetivo si le pedimos a la fuerza superior, al Creador, que nos saque de Egipto con su mano fuerte pero cariñosa y nos lleve del estado de división, desprecio y frialdad en la sociedad moderna, a uno de amor, calidez y cooperación.
¡Les deseo a todos un feliz Pésaj!
Buen día, todo lo que ustedes me comparten llego a mi vida como una bendición, xq yo me encuentro atrapada x en el ego y gana la partida. Es como un mounstro estupido y rabioso. Pero tengo Fe en Dios en mi esfuerzo y valentía. Dios los bendiga grandemente 🌹