Foto: El príncipe William de Gran Bretaña reaccionó en el escenario, durante la primera ceremonia de entrega de premios Earthshot en el palacio Alexandra en Londres, Gran Bretaña, 17/oct/21. Foto 17/oct/21. Yui Mok / Pool via REUTERS
En una entrevista en NBC News, el príncipe William, duque de Cambridge, dijo que «Necesitamos los mejores cerebros y mentes concentrados en tratar de reparar este planeta, no en tratar de encontrar otro lugar para vivir». Añadió «estamos viendo un aumento en la ansiedad climática», el príncipe William puso énfasis en que «los jóvenes están creciendo y su futuro está básicamente amenazado todo el tiempo». Es cierto que el futuro parece sombrío, pero «reparar» la Tierra no ayudará, pues no hay nada malo con ella. Hay mucho que está mal con la gente, esa es la causa del «mal funcionamiento» de la Tierra y eso es lo que necesita ser reparado. Cualquier otra idea es inútil y una pérdida de tiempo que creará un daño aún mayor al planeta.
La contaminación del agua, el suelo, el aire y el agotamiento de los recursos de la Tierra, son sólo parte de las innumerables formas de explotación que la raza humana motiva en todos lados. Infligimos el mismo nivel de daño a nuestra propia especie -naciones y grupos étnicos desfavorecidos- y a otros animales, aves y peces. De hecho, infligimos daño donde sea que vayamos y en cualquier cosa que hagamos.
El cimiento de todas nuestras relaciones es el interés propio. Ese cimiento nos dicta sólo dos actitudes hacia todo lo que nos rodea: usarlo o huir. En efecto, es un constante estado de guerra y en su mayoría lo desconocemos, excepto en los raros momentos de sinceridad con nosotros mismos.
Dado que esta es nuestra única motivación, estamos enfermando no sólo a la tierra, sino a cada campo del compromiso humano. Para comprender el daño de nuestra actitud egoísta, piensa en las células cancerosas. Estas células rebeldes crecen sin tener en cuenta las células que las rodean, arrebatan los vasos sanguíneos para obtener la mayor cantidad de nutrientes y oxígeno posible, como resultado, “matan de hambre” a las células que las rodean y matan los órganos donde crecen. Posteriormente, «migran» a otros órganos e infligen el mismo daño ahí, hasta que el cuerpo muere, junto con el cáncer.
Ya “hicimos metástasis” en todo el planeta. Contaminamos cada cosa, lugar y ámbito, con nuestra actitud maligna y ahora empezamos a entender que estamos a punto de morir junto con nuestro planeta.
Pero centrarse en un síntoma, incluso uno tan doloroso como el cambio climático, no curará el cáncer, que es nuestro propio ego. Para curar el ego, debemos aceptar el diagnóstico de que, él es el problema y decidir luchar contra él hombro con hombro.
Si el príncipe William y otros promotores y agitadores, comienzan a presionar por la unidad entre toda la gente, a superar nuestras diferencias y establecer cuidado y preocupación para todos, veremos una mejoría real. Todos somos un sistema completo, igual que nuestro cuerpo es un sistema completo. Así que, mientras consagremos “la cultura del ¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!», nada cambiará. Si no aceptamos que debemos aprender a preocuparnos por los demás y desarrollar responsabilidad mutua, en lugar de responsabilidad sólo por nosotros mismos, es mejor que nos preparemos para lo peor.
Gran verdad!!! Y totalmente de acuerdo mi vida la ha controlado ese mounstro estúpido y rabioso que está en mi. Domesticarlo, mi tarea es diaria de que solo con la ayuda de Dios. El Espíritu Santo Lograre que marche al parejo con lo que hoy sé y quiero. Para aportar lo mejor a la vida. Muchas Gracias 🙏❤️ Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🙏