Durante miles de millones de años, el universo ha evolucionado, de una pequeña mancha a una estructura gigantesca, cuya inmensidad ningún humano puede percibir. Nuestro planeta es minúsculo en medio del vasto universo, la vida comenzó a evolucionar hace unos cuatro mil millones de años. A lo largo de eones, la vida evolucionó suavemente, en su curso generó minerales, plantas y animales. No hubo una razón aparente para el proceso, pero desarrolló creaciones cada vez más complicadas. Hasta muy recientemente, en los últimos 5,000 años aproximadamente, se manifestó la razón: el universo evolucionó hacia la creación del hombre, para que evolucione y se vuelva como el creador del universo y complete el círculo de la creación, del Creador, al hombre, al Creador.
Inicialmente, el propósito de la creación fue conocido por pocos, pero desarrollaron maneras de explicárselo a muchos. La sabiduría que esos pocos habían aprendido se conoció como sabiduría de la Cabalá, que quiere decir recepción, pues enseña cómo recibir el conocimiento supremo, el del creador del universo.
A medida que evolucionó la sabiduría, también lo hizo la humanidad. Maimónides en Mishneh Torah escribió: cuando Abraham desarrolló su sabiduría, la describió en libros como, El libro de la creación y otros que no llegaron a nuestro tiempo. Sin embargo, sus enseñanzas llegaron a innumerables personas en su tierra natal Babilonia y en Canaán, Egipto y en otras partes del Cercano Oriente. Su enseñanza fue simple: sé amable y cariñoso con los demás, y descubrirás los secretos del creador del universo o como dice Maimónides, «líder de la capital».
Cuando Abraham enseñaba, Babilonia atravesaba una profunda crisis social, su gente se volvió arrogante y distante. El libro Pirkey de Rabí Eliezer describe las impresiones de Abraham al observar a los constructores de la Torre de Babilonia: «Abraham, hijo de Teraj, los vio construir la ciudad y la torre». Trató de hablar con ellos y contarles sobre los beneficios de preocuparse por la alienación «pero detestaron sus palabras», dice el libro. Sin embargo, cuando “querían hablar el idioma del otro” como lo hicieron cuando todavía estaban unidos, “no conocían el idioma del otro”. “¿Qué hicieron?» pregunta el libro, “Tomaron la espada y lucharon entre sí hasta la muerte”. De hecho, ”la mitad del mundo murió allí por la espada”.
Más tarde, las crónicas del pueblo de Israel en Egipto cuentan la historia de la lucha de Moisés para unir al pueblo de Israel, sacarlo de Egipto y enseñarles la sabiduría de Abraham. Como Abraham, Moisés no tenía la intención de guardar la sabiduría exclusivamente para Israel. Quería que todo el mundo se beneficiara. En su comentario sobre la Torá, el gran Ramjal escribe: “Moisés deseaba completar la corrección del mundo en ese momento. Por eso tomó a la multitud mixta, pues pensaba que así sería la corrección del mundo … Sin embargo, no lo logró por las corrupciones que ocurrieron en el camino”.
Otros eventos históricos siguieron los puntos clave en el desarrollo de la sabiduría de la Cabalá. El libro del Zóhar se escribió poco después de la ruina del Segundo Templo, cuando el pueblo judío comenzó su exilio de dos milenios y el cristianismo era sólo una fe incipiente. Estaba por comenzar una larga historia de persecución y opresión y se acercaba la caída de Roma, junto con la cultura helénica que puso fin a la soberanía judía en la tierra de Israel.
Durante más de mil años, El libro del Zóhar estuvo oculto. Hacia finales del siglo XIII reapareció y comenzó una nueva era. La Edad Media llegaba a su fin, cuando un joven cabalista llamado Isaac Luria llegó a Safed, en el norte de Israel, a mediados del siglo XVI, enseñó Cabalá como ningún otro lo había hecho. Aproximadamente al mismo tiempo, nuevas ideas se extendían por Europa: el Renacimiento ganaba terreno y la Reforma de Martín Lutero desafiaba la autoridad de la Iglesia Católica.
Las enseñanzas de Isaac Luria, quien fue conocido como el ARI, permanecieron en el crepúsculo durante siglos, muy pocos las conocían. Fue hasta el siglo XX, cuando la sabiduría de la Cabalá fue más accesible. En las décadas de 1940 y 1950, un cabalista llamado Yehuda Ashlag, explicó en detalle las enseñanzas del ARI en su estudio exhaustivo, de seis volúmenes Estudio de las diez Sefirot y también en su comentario Sulam (escalera) a El libro del Zóhar. Como antes, los años en que Ashlag, conocido como Baal HaSulam, trabajó en sus comentarios, fueron años fatídicos para la humanidad. En la época de Ashlag, tres ideologías principales lucharon por el dominio mundial: capitalismo, comunismo y nazismo. El resultado de su lucha fue la Segunda Guerra Mundial, con todas sus horrendas consecuencias.
Las enseñanzas de Baal HaSulam, a pesar de su relativa claridad, en comparación con sus predecesores, no se conocieron en todas partes como él deseaba. Como dijo, la generación no estaba preparada.
Ahora lo está. Somos la primera generación que comienza a implementar los principios que Abraham enseñó y que Moisés deseaba difundir por todo el mundo. En nuestra generación, la sabiduría de la Cabalá, la sabiduría que enseña cómo se hizo el mundo, cómo funciona y cómo podemos llegar a ser como su creador, se enseña en todo el mundo y todos son bienvenidos. Cualquiera puede leer los libros, ver las clases, practicar el método con otros y lograr lo que la sabiduría hace posible.
El motor de la historia, que ha impulsado todos los procesos, desde los albores de los tiempos, ahora está abierto a todos, como un programa de código abierto y cualquiera puede aprender. Los textos están traducidos a decenas de idiomas, las clases son accesibles y gratuitas, están en línea y todos los curiosos, de todo el mundo se están uniendo en torno a los principios de Abraham: Ser amable y cariñoso con los demás y así, descubrir los secretos del creador del universo o como lo describió Maimónides, «el líder de la capital».
Buen día 🙏 muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🙏