Incluso si logramos que toda la producción de energía sea renovable, eliminar el plástico, detener la producción de armas y destruir las existentes, nuestro mundo no será más saludable ni más limpio ni más seguro ni mejor. Encontraremos otras formas de arruinarnos la vida, de causar sufrimiento a todos los seres vivos, en especial a nosotros mismos. Incluso si corregimos todo lo que está mal en el mundo, seguiremos creando nuevos y peores errores, hasta que cerramos la fábrica que produce nuestra miseria: nuestros malos pensamientos sobre los demás.
¿Todo lo hemos intentado? ¿Energía renovable? ¡Hecho! ¿Coches eléctricos? ¡Hecho! ¿Carne vegana? ¡Hecho! (¡aunque carne vegana es un oxímoron) ¿Prohibir armas nucleares? ¡Hecho! Pero nada ha comenzado siquiera a cambiar la trayectoria negativa del mundo. Creamos más contaminación, matamos más animales y talamos más bosques para ganado, fabricamos más armas y la amenaza nuclear sigue sobre nuestra cabeza. En resumen, con todos nuestros acuerdos y desarrollos, ni siquiera comenzamos a resolver nada. Tampoco lo haremos, a menos que lo hagamos con el motivo correcto: mejorar la vida de todos y no para lograr ganancias egoístas.
Cuando lo hacemos todo para lograr dominio y control, no podemos esperar buenos resultados. Nuestros malos pensamientos para los demás, convierten en actividades perjudiciales todo lo bueno que hacemos, cada idea noble que tenemos y cada palabra positiva que decimos, el mundo estaría mejor sin esos pensamientos. Para arreglar los errores del mundo, primero tenemos que arreglar nuestros pensamientos y todo estará bien.
De hecho, ni siquiera podemos controlar nuestros pensamientos y desde luego, no nuestra mala voluntad mutua, sólo con saber que son la raíz de lo malo que hay en el mundo, sería suficiente para mejorar todo. En el camino aprenderemos a cambiar nuestros pensamientos negativos y mala voluntad, pero tenemos que empezar a practicarlo. Sabemos que la práctica hace al maestro y no debemos preocuparnos por los resultados, pero al practicar buena voluntad y querer crear cercanía en nuestro corazón, nacerá un sentimiento familiar hacia extraños o al menos, hacia los que nos rodean, a quienes, por ahora, no les deseamos bien.
No necesitamos preocuparnos por nada más. En Cabalá se dice que todo inicia en el pensamiento. Es decir, si tienes buenos pensamientos, todo lo que haces resultará bueno. Si te sientes cerca de otros, no los explotarás ni los tratarás con condescendencia ni los degradarás ni los maltratarás. Sólo con eso, cambiará tu vida y te hará sentir cómodo, confiado y feliz con los demás.
Como resultado, no sentirás deseo de consumir cosas innecesarias, sólo para sentirte bien o sentirte superior a los demás y no necesitarás armarte ni protegerte pues te sentirás cerca de los otros. Como resultado de estas nuevas relaciones, la sociedad cambiará y dejaremos de consumir en exceso, la contaminación disminuirá, la carrera de armas cesará y los innumerables problemas que tenemos hoy, desaparecerán por sí mismos, todo será cuando ya no tengamos que levantar muros contra el mundo hostil que nos rodea. Por eso, si queremos vivir en un buen mundo, donde la vida sea fácil y agradable, sólo debemos cambiar nuestros pensamientos; de negativos a positivos.
Gran verdad!!! Es un trabajo diario conmigo misma, si como tengo tan ordenado donde vivo, como vivo. Lo lograra con el pensamiento, me intolero a mi edad 67 años, el cambio de juicios y actitudes. Muchisimas gracias. Dios los bendiga grandemente 🌷
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