Foto de familia de la Cumbre del G7. (De izquierda a derecha): el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, el primer ministro de Italia, Mario Draghi, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula. von der Leyen y la canciller alemana, Angela Merkel, posan para una fotografía familiar de la cumbre del G7 en Carbis Bay, Cornwall, Inglaterra, 11/jun/21 (The Yomiuri Shimbun)
Al concluir la reciente cumbre del G7 en el Reino Unido, los participantes prometieron mil millones de dosis de vacuna Covid a los países pobres, como un «gran paso hacia la vacunación del mundo», según la BBC. El primer ministro británico, Boris Johnson, cuyo país presidió la cumbre, declaró que “el mundo esperaba que rechazáramos algunos de los enfoques nacionalistas egoístas que empañaron la respuesta global inicial a la pandemia y que canalizáramos todos nuestros esfuerzos diplomáticos, económicos y poder científico para derrotar para siempre a la Covid «.
Honestamente, dudo que la preocupación por el mundo sea la prioridad del G7. Puedo entender por qué querrían calmar o domar de alguna manera la pandemia, pero no creo que sea por remordimiento por su comportamiento anterior ni que hayan cambiado repentinamente de piel. Tampoco creo que la pandemia haya terminado, a pesar de la existencia de vacunas. Puede que no estalle tan explosivamente como antes, pero seguirá molestándonos durante mucho tiempo.
No es que debamos tenerle miedo a Covid; la humanidad está lidiando con innumerables amenazas permanentes y Covid no es la peor. Tomemos el VIH, por ejemplo, todavía existe y todavía nos asusta, pero aprendimos a vivir con él. La pregunta que debemos hacernos no es por qué no podemos aniquilar esas plagas, sino por qué aparecen. Es como si la naturaleza estuviera tratando de decirnos algo, pero nos negamos a escuchar, por eso tiene que probar diferentes formas y en diferentes volúmenes para llamar nuestra atención.
Cuando finalmente escuchemos, nos daremos cuenta de que el mensaje de la naturaleza es muy simple: dejen de maltratar a la naturaleza y a ustedes mismos. La explotación a ustedes y a la naturaleza, está destruyendo todo lo que les costó tanto construir, todo lo que yo, la naturaleza construí y si lo arruinan, se arruinarán a ustedes mismos. Hace unas décadas hablar de cambio climático se consideraba subversivo o al menos innovador y vanguardista. Hoy es la corriente principal. Esto no habla a nuestro favor, sino que muestra lo poco que hacemos para solucionar el problema.
Pero, en verdad, el cambio climático no es nuestro verdadero problema. El «clima» entre nosotros es el problema. Si resolvemos esto, resolveremos todo lo demás, incluido el cambio climático, Covid, VIH y cualquier otro problema. La atmósfera entre nosotros hace que contaminemos nuestros recursos hídricos, nos hace tener guerras, militares o económicas y para ganarlas estamos dispuestos a agotar la tierra, a esclavizar a poblaciones enteras, subir sin razón el precio de alimentos básicos y de energía y hacemos todo lo posible para herir al enemigo, que básicamente, son todos, menos nosotros. En otras palabras, nuestro odio mutuo es la causa fundamental de todos nuestros problemas, Covid-19 es sólo un síntoma menor de esta enfermedad de odio. Sana el odio y sanarás todo lo demás.
Tengo la esperanza de que, en un futuro cercano, la humanidad recupere el sentido, tome su futuro en sus manos e implemente un programa educativo de solidaridad mundial que se centrará en unir a toda la familia de naciones. Su objetivo no será socavar la soberanía de las naciones ni apoderarse de sus economías ni dañarlas de alguna otra manera, sino salvar a la humanidad de la autodestrucción.
El G7, al ser el grupo de las naciones más poderosas e influyentes de la Tierra, puede y debe dar un ejemplo de ese movimiento. Tengo pocas esperanzas de que lo hagan, pero sé que deben hacerlo y también nosotros. La otra opción, me temo, es muy sombría y está llena de agonía. No quisiera que nuestros hijos y nietos crecieran en un mundo muerto y lleno de odio.
Todo esto lo veo en mi y en familia, ya no digamos en los vecinos todo el día son gritos, maltrato intrafamiliar y más con los animales y las autoridades de nada sirve reportar hasta ellos dicen que no se meten en problemas, lo solucionan con cualquier dinero que les ofrecen. Me siento impotente 😢😔😔
Descuerdo el ejemplo viene de un conocimiento vial convivido en subconsciencia la mayor parte de vida corporal fraternidad de un derecho social de aprendéis mental de cualidad y entendimiento racional.