El carbono es la moneda que se usa en el bosque. Los árboles absorben carbono de la atmósfera, como parte de la fotosíntesis y lo comparten con los hongos que crecen en sus raíces. A cambio los hongos les dan nutrientes y minerales como nitrógeno y fósforo, que los árboles no pueden absorber del suelo, pero los hongos sí.
Ahora, un nuevo estudio de la Sociedad Israelí de Ecología y Ciencias Ambientales, descubrió que los hongos no usan todo el carbono. «Roban» el carbono a los árboles más fuertes y se lo pasan a los más débiles. En cierto sentido, son una especie de Robin Hood del bosque, roban a los ricos para darles a los pobres.
Una vez más, encontramos que donde vemos “supervivencia del más apto”, de hecho, hay que ver “supervivencia del más amable”. El ego nos oculta la verdad y nos impide construir una vida en paz y abundancia para nosotros mismos.
Las conexiones entre los humanos son mucho más complejas e intrincadas que entre los árboles, pero si las usáramos correctamente, podrían enriquecernos a todos; incluso si hubiera mucha más gente en el mundo, que la población mundial actual. Pero no nos conectamos correctamente. Las usamos para abusar y dominar a otros. Al hacerlo, nos condenamos a guerras eternas y a la destrucción inevitable.
Nuestro ego nos ciega. Nos hacen sentir que si compartimos nuestra fortuna, tendremos deficiencias. En verdad, la evidencia empírica muestra que aquellos que comparten terminan teniendo mayor abundancia, tanto financiera como emocional que aquellos que no lo hacen, los tacaños terminan en el lado perdedor de la vida.
La crisis actual de los chips de computadora, por ejemplo, podría haberse evitado si sólo hubiéramos coordinado nuestras necesidades, en lugar de que cada empresa se abasteciera de suministros y «vaciara los estantes». La crisis del transporte marítimo, donde los barcos esperan fuera de los puertos durante semanas antes de poder descargar, también es un resultado innecesario de nuestra falta de deseo de cooperar y considerar las necesidades de los demás.
Si queremos usar las interconexiones en nuestra sociedad, para nuestro beneficio, debemos comenzar a pensar en cómo usarlas para el bien común, no sólo en beneficio de los que están en el poder. De lo contrario, la escasez de suministros se agravará hasta el punto de que tendremos dificultades para abastecernos de los productos más básicos y necesarios.
Puede que para nosotros no sea natural compartir, como lo es para la naturaleza, pero no tenemos elección. Para eso se nos dio inteligencia; para que podamos usar nuestro intelecto y aprendamos que, compartir es ganar.
La naturaleza tiene sus Robin Hood; no tenemos nada más que una película. Si queremos un mañana pacífico y abundante, debemos nutrir al Robin Hood dentro de nosotros.
Extraordinario!!! Compartiré tan sabia reflexión y la pongo en práctica!!! Muchas gracias. DIOS los bendiga grandemente.