El sufrimiento, la polarización y la confusión abundan hoy en la vida del hombre. Es difícil ver el horizonte con una perspectiva clara de hacia dónde se dirige la sociedad, cuando todo a nuestro alrededor parece sombrío y aterrador. Pero hay una manera de descubrir la luz en una situación desoladora. De hecho, es precisamente el contraste de opuestos lo que hace posible una nueva y mejor realidad.
El enfrentamiento entre la oscuridad y la luz está representado en casi todas nuestras historias y películas. Siempre hay personajes buenos y malos y el héroe es el que usa sus atributos especiales para ayudar a todos los que lo necesitan. Sin embargo, dependiendo del ángulo desde el que veamos nuestra historia, los personajes que inicialmente eran buenos evolucionan hacia el mal y los malos resultan ser buenos. ¿Significa que en nuestra vida la oscuridad y la luz dependen de la percepción individual de cada uno?
En la vida del individuo, la respuesta es sí. Sin embargo, desde el nivel de las leyes de la naturaleza, podemos notar un patrón consistente: lo bueno es lo que ayuda a todas las partes de la naturaleza a conectarse de una manera positiva y útil, donde cada parte beneficia y complementa a las demás y lo malo es lo que causa separación y conflicto entre la gente.
Si todos anhelamos la luz, ¿por qué existe la oscuridad en el mundo?
El mal existe en el mundo para que podamos distinguir el bien. Estas dos formas opuestas están siempre presentes. No hay más sin menos. Sólo colocando algo entre opuestos, que los conecte efectivamente, podemos disfrutar de la presencia de ambos.
Necesitamos comenzar a aprender el arte de construir una actitud positiva hacia todas y cada una de las personas, por encima de nuestra inclinación de tratar de beneficiarnos a expensas de los demás y comenzar a establecer un entorno en el que cada miembro cuide de los demás.
Sin embargo, en nuestra percepción del mundo en este momento, vemos muchos grupos diferentes, en contraste e incluso en conflicto. Cada uno considera que su posición es correcta y la de los demás es incorrecta ¿cómo puede la humanidad alcanzar un estado común de unidad cuando tales divisiones abundan entre nosotros?
La solución está en una unidad que debe construirse por encima de las diferencias y divisiones en lugar de entre ellas. Está escrito sobre tal unidad que «El amor cubrirá todas las transgresiones».
Deja las diferencias y divisiones en paz. Déjalas quedarse. Sé consciente de ellas y comprende que estamos alejados y somos opuestos unos de otros. Necesitamos comprender que nuestras diferencias son parte integral de la naturaleza egoísta en la que nacimos y crecimos. Dado que la naturaleza se encargó de hacer de cada uno de nosotros, un individuo único con un conjunto único de puntos de vista y experiencias, no podemos esperar que surja ninguna uniformidad entre poblaciones diversas, si tratamos de pensar y actuar únicamente desde el nivel de nuestras diferencias y divisiones.
Sin embargo, al mismo tiempo, está claro que si no descubrimos una forma de unirnos en algún nivel, seguiremos soportando cada vez más sufrimiento. Entonces, ¿Cuál es la solución?
La solución no es intentar establecer unidad al mismo nivel de nuestros desacuerdos, sino elevarnos por encima de ellos y descubrir un nuevo tipo de realidad donde nos conectemos positivamente por encima de nuestras divergencias.
Las leyes de la naturaleza actúan de tal manera que, si intentamos elevarnos por encima de lo que nos separa, ganamos el apoyo de la naturaleza para ayudarnos. En tal inclinación y esfuerzo descubrimos fuerzas positivas que habitan en la naturaleza, que esperan que las activemos con nuestro esfuerzo común por conectarnos por encima de nuestras diferencias.
Al poner en acción movimientos regulares para unirnos, descubriremos la solución para superar cualquier desacuerdo y conflicto. Revelaremos que, aunque diferimos en nuestras características naturales individuales, una tendencia común a conectar positivamente por encima de nuestras diferencias puede tener mayor importancia y esto nos dará la fuerza para unirnos.
Así crearemos una forma de unidad en la que todos nos apoyaremos. Podremos reconocer nuestros sentimientos negativos y críticos hacia los demás y unirnos por encima de ellos. Eso nos permitirá ver un mundo armónico, completo y equilibrado, donde cada uno de nosotros actúe como las células y órganos dentro de un cuerpo, participemos juntos como uno, en la creación de una sociedad más unida, feliz, confiada y segura.
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