En los últimos años, parece que uno de los temas más “candentes” del discurso público es el racismo. Pero no sólo el racismo ha sido un tema candente; cualquier tipo de discriminación se volvió tema de gran interés público. El racismo, ya sea contra negros o contra judíos, la misoginia, la homofobia, la xenofobia e incluso la discriminación con base en opiniones políticas, han ganado notoriedad.
Siempre que un tema así recibe atención, políticos, periodistas y celebridades se suben al carro y con énfasis, expresan sus puntos de vista. Estas declaraciones pueden ayudarles en su carrera, pero aún tengo que ver el problema resuelto con afirmaciones mojigatas y desprecio por otras opiniones. Si queremos resolver los problemas sociales, debemos entender de dónde vienen y desarraigarlos desde el centro.
No todos nacen iguales. Nacemos diferentes y nuestra diversidad impulsa nuestro desarrollo como raza humana. Así como no hay dos animales, plantas o incluso rocas iguales y la diversidad de la naturaleza impulsa la evolución, lo mismo ocurre con la diversidad humana.
La diferencia entre la sociedad humana y el resto de la naturaleza, es que el hombre, a diferencia de los otros elementos de la creación, lucha por el dominio absoluto. En el fondo, cada uno, conscientemente o no, lucha por la superioridad. Por eso no aceptamos las diferencias entre la gente; queremos que todos sean iguales.
Sin embargo, ¡sólo pensamos que la gente debería ser igual, si es igual a mí! Cualquiera que no piense como yo, está equivocado, debería ser “reeducado” o eliminado. Por supuesto, esta es una presentación extrema de las ambiciones humanas y la mayoría de la gente no mantiene puntos de vista tan extremistas, no obstante, es la fuerza impulsora detrás de la mentalidad social.
Como se acaba de decir, la diversidad es fundamental; impulsa nuestro desarrollo. El problema es nuestra actitud. Para cambiar nuestra actitud hacia la diversidad y hacerla constructiva, debemos entender que, si no fuera por la diversidad, no estaríamos aquí; estaríamos extintos. Diversidad es complementación mutua, donde cada elemento da lo que ningún otro elemento puede dar. Así como no quisiéramos que los salmones fueran tiburones ni quisiéramos que nuestro corazón se convierta en riñones, tampoco deberíamos querer que nadie fuera otra cosa que lo que es. Puede que no veamos la contribución de cada uno a la sociedad, pero la ignorancia no excusa el error. Como señaló Martin Luther King, Jr., «Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez consciente».
Por lo tanto, para resolver los fenómenos sociales negativos, debemos relacionarnos con ellos de manera constructiva. Cada vez que se manifiesta un problema, debemos tratarlo como una invitación a la corrección. No es el problema en sí lo que debemos solucionar, sino el odio que lo causó. Como se dijo anteriormente, las diferencias de la gente hacen que se odien entre sí y se manifiestan de diferentes maneras cada vez. Sin embargo, siempre es el odio lo que debemos corregir y no las diferencias.
Piensa en los ejemplos más extremos, como el odio entre blancos y negros en Estados Unidos. No debemos esperar que los negros se conviertan ni siquiera que quieran convertirse en blancos o al revés. Sin embargo, debemos trabajar en reconocer la contribución de cada parte a la sociedad, en los valores únicos y la belleza que posee cada raza y color, así llegaremos a amarnos unos a otros, precisamente por quienes somos y no querremos cambiar nada. La idea, por eso, no es cambiarnos unos a otros, sino construir amor por sobre las diferencias, de hecho, precisamente debido a ellas.
Si pudiéramos ver la belleza y la contribución única de cada elemento en la sociedad, comprenderíamos que dependemos del éxito y de la prosperidad de cada uno en la sociedad. No necesitaríamos lidiar con problemas sociales pues se disolverán en el amor que rodeará a todos. Si apareciera cierto problema, lo trataríamos como una señal de que aún no completamos nuestro trabajo y hay más amor por construir, esta vez en torno a una nueva grieta que no vimos antes. Si tratamos nuestras diferencias de forma constructiva, estaremos agradecidos todos los días por tener tanta gente de tantos colores, credos y razas.
Gran verdad 🌹 yo entro en todo ésto 😞 estoy en el cambio. Dios los bendiga grandemente 🌹 muchas gracias 🌹