La guerra entre Rusia y Ucrania me deja desconcertado, intranquilo y sobre todo preocupado, muy preocupado. Tengo muchos estudiantes en ambos países, todos me preocupan profundamente. Estas dos naciones han vivido juntas por tanto tiempo, tienen mucho en común. Han pasado por mucho, pero no pensé que terminarían en guerra total. Por inviable que parezca hoy, la única solución sigue siendo superar el ego y unirnos, finalmente es sólo el ego el que marca la pauta en este conflicto.
A menos que nosotros, todo el mundo, no sólo los países en conflicto, superemos el ego, la guerra se extenderá a otros países y tendrá consecuencias horrendas. Como dijo Richard Sherriff, excomandante en jefe adjunto de la OTAN, la situación “podría convertirse en una guerra catastrófica… en una escala no vista en Europa, desde 1945”.
Precisamente porque dos naciones que tienen tanto en común -religión, matrimonios mixtos y más- pero destacan lo que las divide, veo una situación ominosa para el mundo entero. Están construyendo un muro entre ellos, en su corazón, más adelante, será muy difícil de derribar.
A pesar de todo el odio que está estallando, al final, no tendremos más remedio que superarlo y unirnos. Pese a la agonía y la ira explosiva, la guerra nos hará entender que nuestra oportunidad de ser felices, no es destruyendo a los demás.
La negatividad nunca ha dado resultados positivos. Por eso, eventualmente todas las partes sucumbirán al agotamiento y a la desesperación y aceptarán probar el camino de la consideración e incluso preocupación mutuas. Espero y rezo para que llegue pronto y con el menor número de víctimas posible.
Cuando mi maestro, RABASH, falleció, dejó muchas notas donde escribió sus pensamientos. Después de algunos años, los publiqué con el título Notas variadas. En seguida hay uno que me parece particularmente pertinente hoy, lo titulé Amor a los demás: “Veo un pequeño punto llamado “amor a los demás” y pienso en él: ¿Qué puedo hacer para ayudar a la gente? Cuando veo gente, veo sufrimiento, enfermedad, dolor y angusia de individuos infligido por el colectivo, es decir guerras entre naciones. Además de la oración, no hay nada que dar.
Deja una respuesta