Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿La fuente de la eterna juventud? No, gracias

envejecimiento

La gente envejece; sucede naturalmente. La pregunta es si nosotros, como sociedad, entendemos que necesitamos a los ancianos.

A lo largo de los siglos, se han creado innumerables métodos y tratamientos que pretenden detener o disminuir el proceso de envejecimiento, a medida que se experimentan profundos cambios fisiológicos, psicológicos y sociales asociados al envejecimiento. Científicos israelíes afirman haber encontrado el secreto para verse y mantenerse más joven para siempre. Incluso si resultara ser posible, no significa nada si no exploramos el tema desde un nivel más profundo, uno que responda a la pregunta más importante, “¿para qué vivo?»

La investigación científica de la Universidad de Tel Aviv y del Centro Médico Shamir en Israel llevó a un grupo de personas sanas de 64 años, a cámaras hiperbáricas y durante tres meses, les suministró sesiones de altos niveles de oxígeno. Los científicos responsables del experimento afirman que la terapia retrasó el proceso de envejecimiento, lo «revirtió» y tornó el rendimiento de las  personas a niveles similares a gente 25 años más joven.

El envejecimiento asusta y preocupa a la mayoría.

Dado que el proceso natural de envejecimiento nos acerca implacablemente al final de la vida y a lo desconocido, también puede implicar angustia. Vejez y muerte no son necesariamente agradables, pero todo lo que sucede en la naturaleza tiene un propósito y un beneficio definido, tal vez no lo entendemos. Por eso, es desacertado manipular o cambiar cualquier estado natural.

Es mucho más sabio ir de la mano con el proceso natural de envejecimiento y aprender a ajustarnos cómodamente a nuestra situación, en lugar de luchar artificialmente contra el fenómeno natural de envejecer. La gente envejece; sucede naturalmente. La pregunta es si nosotros, como sociedad, nos comportamos adecuadamente con la gente durante todo el proceso del ciclo de vida. Debemos preguntarnos, «¿Están los ancianos ocupados y sienten que la sociedad los necesita?» De hecho, ¡una sociedad saludable debería considerar que su contribución es importante!

Si no tuviera mi horario de clases diario, saldría felizmente a limpiar la calle. Reuniría a los amigos que viven en mi vecindario y les ofrecería limpiar conmigo los edificios. ¿Por qué no? Es saludable salir al exterior, respirar aire fresco, hacer esfuerzo físico y en el proceso estar en compañía de otros. Al terminar esta actividad conjunta, me sentaría con mis amigos en el parque del vecindario a tomar café. Cualquier líder de la comunidad que se precie, puede ofrecer una empresa social de este tipo y muchas otras, a sus residentes ancianos. Nuestros ancianos tienen toda una vida de experiencia y sabiduría para compartir como mentores y ayudar a los que recién comienzan su camino.

Y si el ejemplo de limpiar pareciera que no es digno ni decoroso, el problema está en los demás. Es importante entrenar a todos los miembros de la sociedad para cuidar el medio ambiente y servir a la comunidad.

A partir de este principio, está más claro que la sociedad debe ser educada adecuadamente para respetar y apreciar la vejez, para darle un lugar, para dedicarle un pensamiento.

La actitud correcta de la sociedad debería ser descubrir que los ancianos son necesarios. Pregunta a los niños, ellos lo entienden bien, porque esta premisa se construye naturalmente en ellos.

Abuelos, padres y niños deben mantener lazos de conexión que fluyan entre las generaciones y hagan nacer un espíritu de juventud en los ancianos de la familia. Los ancianos entienden que hay que aceptar la vida tal y como viene y aprendieron a esforzarse para estar por encima de las preocupaciones y a proyectar esa actitud a los nietos. Los más jóvenes reciben regalos inestimables de los abuelos, un ejemplo de amor incondicional, calidez simple sin cálculos.

En resumen, envejecer no debería ser una perspectiva aterradora. En lugar de pensar que no tenemos nada más que aportar, los años dorados deberían abrir una plétora de oportunidades para nuevos logros, cuando entendamos que el aspecto más importante de una vida rica y significativa está en la conexión humana. Precisamente las preguntas: «Cuál es el significado de la vida» y «Por qué vivo» son las puertas de entrada a un mundo infinitamente mejor.

Al saber que las respuestas a esas preguntas se pueden encontrar en nuestras relaciones humanas, en nuestra conexión y en acciones que tienen beneficio duradero para los demás, trascendemos nuestra vida corporal. Entendemos que hay un mecanismo colosal que rodea nuestra vida y nuestro mundo, que supera la existencia en nuestro cuerpo físico temporal. Este cálculo nos prepara en gran profundidad para entrar en el amplio y eterno mundo, un nivel más alto de existencia, más allá de los límites de tiempo y espacio.

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Publicado en: News, Salud y bienestar
Un comentario sobre “¿La fuente de la eterna juventud? No, gracias
  1. Anónimo dice:

    Yo sí quiero la fuente de la eterna juventud, la vejez es fea por mucho que intenten romantizarla.

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