En los dos últimos años, ha habido un aumento del veinte por ciento en incidentes violentos en las carreteras de Israel. Hace unos días, una pareja que cruzaba la calle por un paso de peatones, estuvo a punto de ser atropellada por una motocicleta. Cuando se enfrentaron al conductor, éste apuñaló al hombre que se le enfrentó y se marchó despreocupadamente, dejando morir al apuñalado.
Unos días antes, a un motorista no le gustó un comentario de un conductor de coche y con su casco, lo dejó inconsciente. En otro incidente reciente, un conductor amenazó a otro con un cuchillo, pero resolvió «sólo» ponchar las llantas del coche. Un país pequeño como Israel no está acostumbrado a ver esta racha de incidentes violentos. En mi opinión, la mejor solución a este problema es la exposición y la vergüenza públicas.
No hay nada más eficiente que herir el orgullo. El conductor del scooter que mató al hombre, no mostró ningún signo de remordimiento cuando fue detenido. Pero si hubiera sabido que la sociedad le excomulgaría si lo hacía, que no podría encontrar trabajo ni formar una familia ni tener amigos, porque la gente no le querría cerca, lo habría pensado antes de reaccionar tan brutalmente.
La luz del sol es el mejor desinfectante para la contaminación. Así mismo, la exposición es el mejor detergente para las fechorías de la gente. La identidad de esos criminales debe ser conocida por todos, incluidos los detalles de su delito y deben ser severamente castigados y deshonrados.
Además de la humillación, el gobierno y las autoridades deberían tener tolerancia cero con matones y asesinos. Tiene que haber un esfuerzo consolidado e inflexible para frenar este comportamiento y la opinión pública debe apoyar esta política.
La ira al volante puede afectar a cualquiera. Especialmente hoy, cuando la gente es cada vez más narcisista y se siente con derecho, es más probable que se vuelva violenta sin motivo aparente. Por eso, creo que sólo una motivación poderosa que toque los intereses más egoístas de la gente, puede impedir que pongan en peligro a otros usuarios de la carretera.
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