Europa parece ahogarse con una nueva ola de migrantes africanos. En Italia, España y Grecia aumentó su número; nuevas historias de barcos llenos de migrantes que se ahogan y nuevas historias de ciudades y regiones enteras de Europa que se “inundan” de migrantes. Si la tendencia continúa, en unos años, toda la costa sur de Europa se volverá musulmana. Los migrantes lo inundarán, el islam se hará cargo y la democracia, precisamente la ideología que les permitió establecerse en Europa, será cosa del pasado.
No se detendrá en el sur de Europa. A pesar de cierta resistencia, se verá el mismo escenario en Europa central y occidental. Los musulmanes que llegaron desde el inicio de la ola en 2015 y los que han estado ahí desde hace veinte a treinta años, crean un cómodo colchón para los recién llegados. No necesitarán cambiar su cultura, como lo hicieron los primeros migrantes hace unos treinta años. Los que llegan se sentirán en casa, entre sus compañeros musulmanes y los europeos nativos, tanto laicos, como cristianos, sucumbirán a la embestida, de los migrantes.
Lamentablemente, hasta hoy, el programa de educación obligatoria sobre el que escribí hace años, no se ha implementado, como resultado, la situación es aún más grave que antes. Pero, aún hay tiempo. La única forma de que Europa evite transformarse en un continente musulmán, es dar educación obligatoria a todos los que deseen migrar, antes de venir y a todos los que llegaron recientemente. Así, quienes no estén dispuestos a cambiar no podrán migrar y quienes lo hagan, sabrán a dónde van y cómo comportarse, de acuerdo con el espíritu europeo de democracia y socialismo.
Otro elemento crucial que debería penetrar en el sistema educativo de Europa, es el concepto de unidad de la humanidad. Todos deben comprender que somos interdependientes, que un problema en un lugar es un problema en todas partes, como lo demostró demasiado bien, el coronavirus, durante el último año y medio.
Hoy, lo más importante, es comprender qué es responsabilidad mutua, pues nuestra vida depende de entenderlo. Si la gente que vive en áreas de conflicto percibe que sus conflictos no se resolverán con guerras, que debe buscar unidad por encima de sus diferencias, sin eliminarlas, superarán los problemas que azotan al mundo. Si no lo entienden y luchan para imponer sus creencias a los demás, derribará a todos, tanto a los perdedores como a los ganadores.
En un sistema interdependiente, donde todo es parte de un todo; el bienestar de una parte afecta el bienestar de todos. Piensa en una pelota llena de aire. Si está llena, puedes jugar y disfrutarla. Pero si hay un pequeño agujero, toda la bola se desinflará y será totalmente inútil. Así debemos ver a la humanidad. Si los europeos logran aprender esta simple verdad, podrían salvar su hogar y ser de nuevo un continente próspero.
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