¿Por qué los niños pequeños juegan, incluso cuando están enfermos? ¿por qué los adultos casi nunca juegan? Jugar no es ninguna broma; es la herramienta más importante para nuestro desarrollo y crecimiento. Los cachorros de león juegan a cazar. Los cervatillos saltan, corren y se persiguen unos a otros en lo que parece su versión del «alcánzame si puedes». Cada especie juega a los juegos que desarrollan sus habilidades de supervivencia. Puede parecernos una diversión despreocupada, pero el juego es esencial para la supervivencia de las crías y de su especie.
Los niños también juegan, exactamente por la misma razón. Para los niños, aprender habilidades de supervivencia es imitar a los adultos que les rodean. Por eso los niños juegan a ser padres, médicos y pacientes y otras personas importantes en su vida. Al imitar su comportamiento, aprenden las habilidades que necesitarán más adelante en la vida.
Hoy, la gente importante en nuestra vida es muy diferente de las que los niños conocían antes de la llegada del internet. Hoy, esa gente puede ser y la mayoría de las veces es, gente que no tratamos, que vive lejos y a la que nunca conoceremos. Pero como es famosa y se convirtió en ídolo de los medios de comunicación, los niños les imitan, como antes imitaban a las figuras de más influencia en su vida.
Por un lado, esta apertura expone a los niños a valores e ideas que no habrían encontrado de otro modo. Por otro lado, los hace susceptibles a influencias negativas que los padres no pueden controlar, porque las redes sociales, permiten que cualquiera consuma cualquier contenido y los padres no pueden controlar lo que sus hijos ven en sus celulares.
Igual que ocurre con los niños, también ocurre con los adultos. Los juegos de adultos, aunque sean inofensivos, como juegos deportivos en computadora, no los desarrollan. Para lo único que sirven es para pasar el tiempo y adormecer la mente. Es lo contrario al desarrollo.
Para garantizar el desarrollo adecuado de los niños y el desarrollo continuo de adolescentes y adultos, debemos prestar atención a los juegos que practicamos. De niños, necesitamos aprender juegos más técnicos para perfeccionar las habilidades técnicas. Para adolescentes y adultos, los juegos deben girar en torno a la comunicación humana, para pulir nuestras habilidades de comunicación.
Hasta que aprendamos a comunicarnos y a colaborar con otras mentalidades y puntos de vista, podremos prosperar en una sociedad diversa como la humana. Una sociedad en la que la gente no juega, es una sociedad estancada y tiene los días contados. Una sociedad vital es aquella en la que la gente cambia y se desarrolla y sólo puede ocurrir, si juega juegos que la desafíen a desarrollarse y crecer.
Obligarnos a conectarnos con gente de otras culturas y perspectivas y establecer vínculos por encima de las diferencias, nos enriquece y enriquece a nuestros compañeros de juego. Si queremos desarrollarnos toda la vida, aprender, crecer y a la vez mantenernos tan vitales y vibrantes como niños, no debemos dejar de jugar.
Totalmente de acuerdo!!! En mi se ha perdido darme tiempo para no vivir una vida aburrida depender del Internet y de formas conductuales que solo me llevan a la depresión y tristeza. Muchas gracias. DIOS los bendiga grandemente.