El acuerdo AUKUS de Submarinos Nucleares, en el que EUA y el Reino Unido venderán tecnologías de construcción de submarinos nucleares a Australia, para que pueda construir sus propios submarinos nucleares, ha tenido grandes repercusiones en las últimas dos semanas. Ha habido mucho escándalo porque Francia se ofendió con Australia por abandonar un trato casi cerrado para comprar tecnología similar. Mucho dinero está involucrado, pero aquí, el orgullo es un factor mayor que el dinero. Lo aterrador no son los submarinos nucleares por sí mismos, sino que las partes se comportan como niños en una caja de arena, pelean por una pala de juguete. Pero en este caso, es un juguete nuclear y las ramificaciones de estos juegos tendrán impacto en nosotros, en los ocho mil millones.
La mala noticia es que no puedes detener esta locura. Si no tienes submarinos nucleares, eres impotente y no puedes detener a quienes los tienen. Si tienes submarinos nucleares, eres poderoso y no quieres detenerte.
Si un extraterrestre llegara a la Tierra y observara lo que sucede aquí, diría que nuestro único interés en la vida son los juegos de guerra. Además, la guerra define nuestra vida y de hecho, que podamos terminar con nuestra existencia con sólo presionar un botón, a nadie le importa, mientras podamos seguir jugando.
En la década de 1950, Baal HaSulam escribió en Escritos de la última generación, que si la humanidad no comprende que no podemos vivir en este estado indefinidamente y que debemos cambiar a una forma de vida de consideración mutua, en la que seamos responsables unos de otros, más guerras mundiales seguirán y nos enseñarán de la manera más difícil. “Si la ruina total que (las bombas nucleares y de hidrógeno) está destinada a traer al mundo, aún no es evidente para el mundo, puedes esperar una tercera o una cuarta guerra mundial. Las bombas harán lo suyo y los vestigios que queden después de la ruina, no tendrán más remedio que tomar esta tarea en la que ni individuos ni naciones trabajen para sí, más de lo necesario para su sustento y todo lo demás que hagan, será en bien de la sociedad”.
En la década de 1950, el mundo estaba conmocionado por la devastación que Little Boy y Fat Man infligieron en Hiroshima y Nagasaki (respectivamente). Aún así, ochenta años después, la posibilidad de otro episodio nuclear parece cada vez más plausible. Esas dos bombas monstruosas puede que hayan conmocionado al mundo, pero no son nada comparadas con el arsenal nuclear que los países han desarrollado desde entonces. Además, hay tantos países que ya tienen armas nucleares, que ni siquiera estoy seguro de si sobreviviremos a una guerra mundial nuclear o cuántos de nosotros sobreviviremos.
Las opciones son claras y sencillas: únete o la Tierra explotará. Si consideramos el nivel de animosidad entre naciones, etnias, culturas, religiones o incluso entre la gente común, parece imposible unirnos. Pero es así, sólo porque dejamos que nuestro ego funesto nos conduzca a este estado. Podemos decidir dejarnos llevar por otra actitud, más responsable y considerada.
Si pensamos sólo en nosotros mismos, no hay duda de que el colapso total es sólo cuestión de tiempo. Ahora que nos acercamos a él, podemos ver hacia dónde vamos y cambiar de rumbo. Podemos decidir que aprendimos la lección y comenzar a considerar las necesidades de la sociedad, igual que las nuestras.
Nadie dice que tengamos que pasar hambre o negarnos a nosotros mismos lo que necesitamos. Pero si nos esforzamos por tomar, tanto como sea posible, en lugar de, tanto como necesitemos, terminaremos sin tener nada.
Cuidar el bienestar del colectivo y el nuestro, no es un enfoque altruista ni poco práctico. De hecho, es el único enfoque realista y práctico. Esta es la única táctica que nos permitirá evitar una guerra que destruirá a la humanidad.
Muchas gracias por su bendecido compartimiento!!! Lo peor de todo es que lo sabemos y sólo seguimos adelante. Como zombies. 😔😔😔 Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🙏
Una guerra más acabaría con el mundo