Un águila estaba sentada en un árbol, descansando, sin hacer nada. Un conejito la vio y preguntó: “¿Puedo sentarme como tú y no hacer nada?” «¿Por supuesto, por qué no?» respondió el águila. El conejo se sentó debajo del árbol y se puso a descansar. De pronto apareció un zorro, lo agarró y se lo comió. La moraleja de la historia: para sentarse y no hacer nada, es necesario sentarse muy alto (Fábula, fuente desconocida).
Aunque, esa no es la solución, pues el águila también tiene sus propios problemas y enemigos de los que debe defenderse. Ningún ser vivo puede vivir sin cuidarse.
Hasta que ya no estemos vivos, podremos realmente estar en total descanso y paz. Sólo la fuerza superior de la naturaleza -de amor y otorgamiento- está en absoluto reposo. Para nosotros, ese estado es la muerte, porque debemos matar el ego, nuestro deseo de disfrutar sólo en beneficio propio.
Todo el proceso de evolución nos lleva a un punto en el que, debemos matar nuestra intención egoísta de beneficio propio, para poder elevarnos al grado de la fuerza superior.
Somos como el conejo de la alegoría. No podemos estar tranquilos y debemos estar en guardia contra los peligros que nos acechan por todos lados. Pero el peligro existe porque estamos apegados al ego. Para no ser como el conejo, necesitamos saber exactamente qué nos espera, qué debemos sacrificar y cómo ser libres. Es decir, debemos entender la naturaleza de este mundo y del mundo superior y los caminos de transición de uno a otro.
Es un proceso educativo muy complicado, requiere rehacernos en el proceso, convertirnos en seres del mundo superior.
La paz en el mundo superior inicia cumpliendo la condición de “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Eso puede considerarse la altura del águila. En otras palabras, podemos permitirnos un mínimo reposo inicial, si aceptamos la ley de “ama a tu prójimo como a ti mismo”, al menos teóricamente.
Aceptar «‘ama al prójimo como a ti mismo’ al menos teóricamente» es buscar formas de dominar esa condición, buscar cómo salir y elevarnos por encima de nuestra naturaleza egoísta.
Nos guste o no, la naturaleza tiene su propio plan para desarrollarnos, hasta una fase en la que logremos el estado común de conexión, unidos con lazos de amor. Puesto que nos estamos desarrollando a ese nivel, dada la obligación establecida por la naturaleza, tenemos que prepararnos para alcanzarlo.
La humanidad empieza a darse cuenta de que estamos lejos del estado ideal. Tenemos que percibir, mucho más, la necesidad de alcanzar la condición de “ama a tu prójimo como a ti mismo” que tenemos frente a nosotros y podremos dar un paso racional en esa dirección.
Habrá mucha interferencia de todas partes, pero podemos superarla si nos relacionamos con nosotros mismos, no como miles de millones de individuos separados y en competencia, sino como un todo hermanado.
#humanidad #amaATuPrójimo #unidad
El gran dilema es que el humano no ah logrado amarse a si mismo!! por qué la religión creo la culpa,y lo hace ver cómo miserable,no digno, y cuando te das cuenta en el despertar de este sueño llamado Matrix!! Te das por enterado que la fuente de la divinidad está dentro y no fuera de ti, eso te hace darte cuenta grandeza hay ti, y ese nivel de conciencia te ayuda a trabajar más profundo en los egos que no quieren tu evolución..Amate a ti mismo primero por qué no puedes dar lo que No tienes..
Me gustaría saber más no soy judío pero quiero saber más