¿En qué profesión se debería invertir para asegurar el futuro en el mundo post coronavirus?
El empleo mundial va en caída libre. Los despidos causados por la pandemia de COVID-19 están causando estragos en una fuerza laboral ya vulnerable, en áreas que, más temprano que tarde, serían reemplazadas por la IA y en negocios e industrias que ya no son relevantes. La tasa de desempleo de Estados Unidos cayó al 13.3% en mayo, es la más alta desde la Gran Depresión. Sin embargo, esta crisis podría convertirse en un punto de inflexión positivo si aprovechamos la oportunidad que ofrece, para cambiar nuestra perspectiva de la sociedad.
La humanidad necesitará estudiar el arte de la conexión y expertos en este campo tendrán una gran demanda para guiar el proceso. En el mundo post coronavirus, la inversión en conexión, garantizará un buen futuro para ti, tus seres queridos y el mundo, abrirá nuestra visión limitada, a una perspectiva ilimitada de una nueva y brillante realidad.
Como consecuencia del coronavirus, 1,600 millones de trabajadores, casi la mitad de la fuerza laboral mundial, podrían sufrir «daños masivos» en sus medios de vida, según la Organización Internacional del Trabajo de la ONU. El panorama laboral está en constante evolución y no todas las ocupaciones de hoy estarán aquí mañana. ¿Tendrás tu trabajo dentro de un año? ¿qué profesión podría garantizar tu futuro?
Incluso antes del inicio de la pandemia, la universidad de Oxford estimaba que aproximadamente la mitad de los empleos en EUA, podrían estar en riesgo en un futuro cercano, por la adopción de nuevas tecnologías. Los expertos advierten que ahora, el ritmo del cambio económico se acelerará más de lo esperado, debido a que la pandemia la devasta en olas continuas. Las empresas no esenciales desaparecerán rápido del paisaje y con ellas, muchas profesiones.
Las áreas que tendrán mayor demanda, están en el campo de relaciones humanas. Los expertos en crear conexiones y en la construcción de relaciones mutuas útiles y profundas, tendrán gran demanda en el mercado laboral.
Ofertas de trabajo futuras
Construcción de conexiones: esta es la profesión del futuro. Nunca hemos manejado la conexión humana adecuadamente y vemos los resultados en nuestro tejido social estropeado y desgarrado en todos los niveles de interacción humana. Las relaciones con las que estamos familiarizados se basan en la interconexión natural y biológica: entre hombre y mujer, entre madre e hijo, etc., conexión basada en impulsos instintivos humanos. El llamado del futuro es entablar relaciones de alto nivel, más allá de nuestra naturaleza biológica innata, no relaciones que dependan del deseo reflexivo, sino aquellas que nos hagan sentir la simple verdad, de que todos somos uno.
¿Por qué eso tendrá tanta demanda? Porque la tendencia de la evolución en la naturaleza es integrar a la raza humana a un sistema interconectado. El coronavirus nos pide que cooperemos para sobrevivir y progresar, para ser considerados con los otros, para asegurarnos de que nuestras acciones no perjudiquen a nadie.
Hasta ahora, nos hemos ganado la vida con profesiones y negocios enfocados en ofrecer varios bienes y servicios. De ahora en adelante, avanzaremos un paso; de ocupaciones puramente materialistas a ocupaciones que se relacionen más con el corazón, con la conexión humana. Construir relaciones entre todos, con aquellos que son muy diferentes a nosotros y especialmente, con aquellos que inicialmente odiamos, no es tarea fácil. Requiere entrenamiento para comprender la naturaleza humana y ejercicios de comunicación adecuada con los demás. En dicha capacitación, se invitará a la gente a unirse a un grupo que no conoce o quizá, incluso sea opuesto. Con talleres y círculos de discusión, aprenderán a integrarse con otros, a trabajar juntos sin problemas y tratarse con cuidado y comprensión. Cada uno aprenderá a construir su relación por encima de la brecha natural con los demás, hasta que sientan que todos están cerca.
Está escrito, «el amor cubre todos los crímenes». Cubrir nuestras diferencias con amor es la base de una nueva actitud hacia la sociedad y el mundo. Este principio surge al comprender que sólo hay una fuerza en la naturaleza -que es integral e inclusiva- y debemos emular sus acciones para lograr equilibrio y armonía en nuestra vida.
Trabajo bueno para todos
Mientras más éxito tengamos en construir conexiones, más cómoda y próspera será nuestra vida, porque en el mundo, lo único que falta son buenas relaciones mutuas.
Nuestro trabajo será desarrollar una especie de nuevo software interno, que funcione de acuerdo con una fórmula general: en todas las formas de comunicación, entre gente o empresas, debemos aspirar a lograr un resultado óptimo y el máximo beneficio para todos. Para que esto suceda, todos deben aprender a tratar de satisfacer el deseo de los demás, en lugar de su deseo natural.
Para comprender el potencial de esta nueva práctica, necesitaremos cambiar nuestra mentalidad, formar hábitos mejorados que se convertirán en segunda naturaleza. Hacer ejercicios que demuestren que, en una sociedad integral, el bien de los demás también es mi bien, desarrollaremos gradualmente nuevas habilidades y cualidades.
Esas conexiones de calidad nos llenarán de satisfacción sublime. Al desarrollar amor por los demás, comenzaremos a sentir la fuerza que une a todas las partes de la naturaleza en un sistema completo. Sentiremos que este es el estado más alto de desarrollo que se puede lograr.
El siguiente paso en la evolución del empleo es satisfacer las necesidades materiales básicas de todos y más allá de eso, construir conexiones internas entre la gente, para revelar la realidad sublime que se expande más allá de los límites.
Con este propósito, la humanidad necesitará estudiar el arte de la conexión y los expertos en este campo tendrán gran demanda para guiar el proceso. En el mundo posterior al coronavirus, invertir en conexión, garantizará un buen futuro para ti, para tus seres queridos y para el mundo, abrirá nuestra visión limitada, a una perspectiva ilimitada de una nueva y brillante realidad.
Excelente reflexión doctor Laitman.