No es que las luchas sean cosa del pasado, pero parece que se empieza a comprender que la guerra es mala idea. Desde Khamenei hasta Putin, desde Xi Jinping hasta el que nombres, los líderes mundiales se están dando cuenta de que el mundo es tan inestable que si comienzan una guerra, nadie ganará.
Incluso las guerras regionales parecen cada vez más mala idea; todos están aterrorizados por lo que podrían suponer. No quiere decir que no haya luchas de poder. Hay luchas y seguirá habiendo, pero no veo una guerra total en el horizonte. La cuestión es que el mundo se volvió tan interconectado que, si empieza un incendio en algún lugar, empezará en todas partes.
Antes, podían usar guerras de poder para provocar a otros países. Si un determinado país quería provocar a Estados Unidos, por ejemplo, instigaría un conflicto militar en otros países de América. También se utilizó África como escenario para provocar a otros países, pero hoy nos volvimos demasiado globales y las guerras se volvieron demasiado riesgo.
Nos regimos por la conexión. Podemos llamarlo globalización o podemos llamarlo pandemia; de cualquier forma, todos estamos conectados inexorablemente. Por eso, lo único inteligente que podemos hacer es utilizar la conexión que se nos impuso, en beneficio de todos.
La conexión en sí no es mala. De hecho, es muy buena si se usa correctamente. Ahorra costos, ahorra esfuerzo, utiliza ventajas en un país para beneficiar a otros y tiene el potencial de mejorar nuestra vida. El problema es que tratamos de usar la conexión para explotar más a los demás y no con fines positivos.
La solución no es desconectarse; la conexión pasó el punto de no retorno. La solución es arreglar la conexión de modo que no la usemos para explotarnos y controlarnos unos a otros, sino para animarnos y apoyarnos. Si lo hacemos, todos se beneficiarán.
Para cambiar la forma en que usamos la conexión, tenemos que cambiar nuestra forma de pensar. No tenemos más remedio que cambiar de una mentalidad de luchas de poder a una mentalidad de apoyo. ¿Por qué? Si no cambiamos nuestra mentalidad, sufriremos más y más, hasta que nos rindamos y aceptemos apoyarnos mutuamente, así que, cuanto antes cambiemos nuestra mentalidad, mejor. Poco a poco, debemos aceptar la idea de que la era de las guerras terminó y la era de conexión y apoyo mutuo empezó y debemos actuar como corresponde. Es a donde va la realidad y conducirse de otra manera es estar fuera de contacto con esa realidad.
Los jefes de estado seguirán luchando por el poder, pero nosotros, la humanidad, debemos incrustar en nuestra mente que la conexión es nuestra única opción para una vida digna. Si adoptamos la conexión, nuestros gobernantes no tendrán más remedio que seguir el juego. Si dejamos que la idea penetre en nuestra mente, penetrará en nuestra vida. ¿No es lo que más deseamos?
Buen día. Extraordinario. 🙏