Una imagen desgarradora de un bebé entregado por sus padres a las tropas estadounidenses (después se le volvió a entregar a su padre), Airbnb ofrece albergar a 20,000 refugiados afganos sin cargo, Europa teme otra ola de migración desde un país musulmán y el debate de Estados Unidos, de si debería acoger a refugiados afganos y cuántos, todo esto apunta a nuestra mala comprensión de la etnia, la cultura y la fe. En lugar de reflexionar sobre qué hacer con los refugiados, deberíamos planificar y llevar a cabo programas para ayudar a los pueblos originarios a prosperar en su país, en su cultura y fe.
Ya podemos ver que la migración de millones de musulmanes a Europa no fue buena para los europeos. No hay integración entre las culturas, no hay deseo de aprender unos de otros y los migrantes no tienen ningún deseo de fusionarse en su nuevo entorno, sino de construir su viejo país en el nuevo, ignorando las necesidades de sus anfitriones y a menudo, con condescendencia, como si tuvieran derecho a controlar la tierra.
Este encuentro forzado de civilizaciones no crea más que choques que producen odio y desconfianza. Estoy a favor de la hermandad entre todos los pueblos; Creo que es imprescindible, sobre todo hoy y creo que lograrlo solucionará todos nuestros problemas. Pero hay una forma correcta de cultivar la hermandad y hay una forma incorrecta, ahora mismo, estamos en un camino totalmente equivocado.
Lo que estamos haciendo es una integración forzada y eso nunca funcionará. Cada país y cada nación tiene su propio lugar de origen en la Tierra. Cada nación, en su propia tierra, debe cultivar su cultura y vivir de acuerdo con ella.
La comunidad internacional debe ayudar a las naciones que lo necesitan a prosperar en su propio lugar, no trasladarlas a países donde serán extranjeras, donde perturbarán la vida de los lugareños y lucharán por mantener sus propias tradiciones. Eso hará que todos se sintieran miserables. Una vez que hayamos alcanzado la estabilidad, donde cada nación se siente bajo de su propia vid y bajo de su propia higuera, por así decirlo, podemos comenzar a integrarlos gradual y cuidadosamente.
Si queremos evitar imágenes tan angustiosas como las que hemos visto tanto en los últimos años, debemos cambiar nuestra forma de pensar, de alentar la migración a cultivar el respeto por todas las culturas y creencias nativas. Todos nos beneficiaremos de la diversidad incrementada y solidaria, siempre y cuando lo hagamos sobre la base de respeto y hermandad entre toda la gente.
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