La muerte empieza cuando dejas de trabajar

Tengo 74 años y gracias a Dios trabajo todos los días. Enseño la sabiduría de la Cabalá de tres a seis de la mañana, a mis estudiantes que se conectan en vivo a mis clases, de zonas horarias de todo el mundo. Luego salgo a caminar y hago ejercicio, descanso y comienzo la segunda parte de la mañana: reuniones, entrevistas, grabaciones de televisión y estudios de las fuentes originales de Cabalá.

Israel se encuentra entre los países con alta esperanza de vida; nuestra media ya superó los 80 años. Aquí, como en otros países, hay un debate en curso sobre si se debe aumentar la edad de jubilación. Sucede, no sólo porque la gente se queda sin dinero o quiere intervenir en diferentes proyectos, sino también porque, como muestran los estudios, cuando una persona deja de trabajar, se deprime, se hunde en la soledad y no encuentra sentido en la vida.

Quien deja de trabajar y piensa que comienza la buena vida, se equivoca. Nuestro horario se relaja y los problemas comienzan desde el momento en que nos despertamos. Te preguntas cómo llenar el tiempo hasta mediodía y luego qué hacer de la tarde a la noche. E incluso, comenzamos a cuestionarnos por qué hacemos ciertas cosas automáticamente, ¿Qué hacer mañana? ¿y el día siguiente? Este estado no es para prolongar la vida, es la muerte dentro de la vida. El descanso se convierte en parte de la muerte.

Con base en mi propia experiencia, apoyo que se trabaje, al menos medio día, algunas horas por la mañana y nada más. Las personas que se jubilan a menudo pasan por un proceso de deterioro y declive, porque estamos hechos para funcionar en el mundo hasta el último día y se siente en mi cuerpo, en mi propia piel.

Si ya te jubilaste te aconsejo: júntate con gente de tu edad; esta conexión siempre es buena. Trata de mantenerte saludable, servicial, juguetón y anima a los demás. No te limites a sentarte en un banco con amigos y hablar; trabajen juntos, limpien el edificio donde viven, laven la escalera, corten el césped del jardín, cultiven verduras y cultiven flores. Estas actividades también pueden ser rentables y dar empleo, pero lo más importante, es que mantienen la salud del cuerpo y de la mente.

Tal vez, prefieras actividades diferentes de las que mencioné. Bien. El objetivo principal es participar en acciones que contribuyan a la comunidad, que estén conectadas con el cuidado y bienestar de los demás. Este consejo para los años dorados es una forma rápida y gratificante de sentirse lleno de bondad y de transmitir ese sentimiento a los demás. Esta es la única receta para la gente mayor, que le dará la satisfacción de cuidarse y deseará intervenir y trabajar más. Ayudar a la sociedad es la mejor forma de sentirse joven, vital y fuerte.