Recientemente, uno de mis alumnos leyó sobre un fenómeno en el que, la gente que vive en la naturaleza, la escucha cantar y me preguntó al respecto. Estaba confundido, preguntó ¿cómo pueden cantar los animales, las plantas, el viento, etc. y qué cantan?
Dado que fuimos creados con una naturaleza opuesta a la naturaleza misma, somos el deseo de recibir y la naturaleza es la fuerza de amor, otorgamiento y conexión, no podemos escuchar su canto, pero si pudiéramos hacerlo, escucharíamos una gran canción de amor, conexión y de una vida perfecta.
Si sintiéramos a la naturaleza en su forma pura, escucharíamos que árboles, arbustos, hierba, pájaros y animales e incluso el viento, cantan de todo lo bueno que hay en el mundo. Nosotros, dada nuestra oposición a la naturaleza, la corrompemos y no la escuchamos.
Para escuchar la maravillosa belleza de la naturaleza, necesitamos comprender su mecanismo general y atraerlo en la dirección positiva, cambiando nosotros mismos.
No hay problema en hacerlo. Podemos hacer ese cambio muy rápido en el nivel humano, si lo hacemos y nos adaptarnos a la naturaleza, veremos que la naturaleza se calma y sentiremos que vivimos en un mundo amable, pacífico y perfecto.
Y podremos escuchar la fuerza interna de la naturaleza, una fuerza que desea que nos conectemos positivamente, con consideración mutua, como está escrito “y el lobo morará con el cordero”.
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