Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

La obsesión por la reapertura de la economía nos puede salir cara

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[Foto de Marcin Kempa en Unsplash]

El discurso principal que escuchamos en los medios es simplemente; cuándo vamos reanudar el proceso económico. Nadie parece preguntarse para qué deberíamos reanudarlo. Nadie pregunta si los negocios que cerraron estaban haciendo algo bueno por alguien, aparte de sus dueños, ni si cerrarlos no fue realmente lo mejor para todos. COVID-19 nos dio oportunidad de examinar todo lo que consumimos y decidir qué necesitamos realmente. Pero, de alguna manera, parece que evadimos la oportunidad.

Una cosa sería, si sólo perdiéramos la oportunidad de agregar valor a nuestra vida al elegir lo que es bueno para nosotros y rechazar lo redundante. Pero el problema real es mucho peor: el consumo excesivo nos hace agotar los recursos de la Tierra, explotarnos mutuamente y desperdiciar dinero que podríamos usar mucho mejor que en accesorios, dispositivos y parafernalia que desecharemos dentro de un año, cuando la moda cambie.

Lo peor, es que puesto que no aprendemos la lección de COVID-19, que deberíamos haber aprendido, pronto habrá un brote mucho peor, que no dañará sólo a enfermos y ancianos, cuya tasa de mortalidad será mínima. Seremos afectados por una plaga que lastimará a niños y adultos, la tasa de mortalidad será mucho más alta que la de COVID-19 y la recuperación mucho más lenta, más dura y más dolorosa. Podemos esperar a que esto suceda, pero también podemos superar la obsesión por la reapertura de la economía y ver que el coronavirus nos trajo a un mundo completamente nuevo.

De manera encubierta, el virus nos trajo a una nueva era. Es como si fuéramos a un nuevo país donde no conocemos ni cultura ni modales y nos comportamos como lo hicimos en nuestro país anterior. Pero en este nuevo lugar, todos se comportan de modo diferente: no compiten. Comparten, son considerados, se cuidan y no toleran la explotación.

En el nuevo país, a la gente no le gusta ir de compras. Van a la tienda para obtener lo que necesitan y pasan el resto del tiempo juntos. Como la tecnología se desarrolló hasta el punto en que muy pocos necesitan trabajar en la producción, la mayoría simplemente socializa. Pues están conectados y se sienten cercanos entre sí, no sufren los dolores causados por el hombre, como, depresión, abuso de sustancias, trastornos alimentarios o violencia. Y como pasan la mayor parte del tiempo socializando, sus ídolos son personas que destacan en acercar los corazones de todos.

Nosotros, la humanidad, fuimos admitidos en este país. Aún no nos damos cuenta, pero ya estamos allí. Por eso, de repente, nada funciona y no hay razón aparente. En este nuevo país, damos pequeños pasos. Y como los bebés, debemos pensar dos o tres veces antes de dar otro paso.

No hay necesidad de temer; no es un país hostil. Si pensamos positivamente en los demás, el nuevo país nos aceptará y nos enseñará qué hacer y cómo. Lo único que nos exige es tratar de aprender a conectarnos, en lugar de controlar, que es lo que nos enseñaron en nuestro hogar anterior.

El mundo soñado que hemos buscado, donde todos somos felices, no está en ninguna parte en particular. Está dentro de nosotros. El viejo mundo se está agrietando y rompiendo y el nuevo mundo, la nueva realidad está emergiendo. Así como nuestros pensamientos malintencionados crearon el viejo mundo, nuestros nuevos pensamientos están engendrando un mundo nuevo. Estos son pensamientos de conexión, vínculo y preocupación mutua. Pero, aún ignoramos su presencia. Sin embargo, ya son lo suficientemente fuertes como para romper nuestro mundo obsoleto.

Todo nacimiento es doloroso y todo inicio es difícil, pero podemos hacerlo mucho más fácil si queremos participar. Si resistimos, nuestro nacimiento será doloroso. Si participamos en el proceso por voluntad propia, será una experiencia maravillosa. Pues, ¿qué podría ser mejor que venir a un lugar donde todos realmente quieren ser amigos tuyos y tú quieres ser amigo de todos?

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Publicado en: News
2 comentarios sobre “La obsesión por la reapertura de la economía nos puede salir cara
  1. Monica !A dice:

    Todah Rabah,Shalom.

  2. KALEV E WEINBERG dice:

    Muy interesante el tema

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