Una vez más, las Naciones Unidas exponen su rostro antisemita. Hace unos días, la Asamblea General de la ONU aprobó un fondo sólido y permanente, para un comité que estableció el Consejo de Derechos Humanos, para investigar las presuntas violaciones a los derechos humanos y los «crímenes de guerra» de Israel contra los palestinos, a raíz de la «Operación Guardián de los Muros». Esa operación militar fue lanzada por el ejército israelí en respuesta a los ataques masivos con cohetes, contra el Estado judío, del pasado mes de mayo.
Recientemente, cohetes disparados desde Gaza, contra Israel golpearon la costa de Tel Aviv. En consecuencia, las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) lanzaron ataques aéreos de represalia, para alcanzar objetivos de Hamás. Según las continuas críticas de la ONU a las acciones de Israel, afirman que Israel no tiene derecho a defenderse.
Ya está claro que el odio a los judíos establece la agenda en la ONU. Es claro que no se basa en la realidad visible, sino que surge del antisemitismo incontrolable que lleva a los Estados miembros de la ONU a establecer comités, compilar documentos y organizar reuniones que eventualmente llevarán a la organización a reconsiderar el establecimiento del Estado de Israel. Dirán: «Revertimos la decisión que acordamos y por la presente abolimos el Estado de Israel. No tenemos idea de por qué aceptamos establecer el Estado judío, pero las últimas décadas nos convencieron de que fue un error histórico. Lo único que podemos hacer es decidir cuál será el proceso para abolir el Estado y devolver la tierra al pueblo palestino”.
Eso es lo que anticipo que suceda en el futuro. La comunidad internacional, felizmente tomará Jerusalén y las áreas circundantes de manos de Israel y se las entregará a los palestinos. ¿Exactamente qué tan pronto sucederá? Es difícil decir, pero con el apoyo de la ONU podría suceder muy rápido. Todo está listo, los departamentos están listos y las fuerzas están listas. No hay ningún problema. La verdad es que me temo que muchos judíos en Israel no lamentarán la decisión, sino que incluso la apoyarán de todo corazón.
¿Cómo pudo surgir tal fenómeno? Porque nos falta educación y conciencia de nuestra misión como pueblo de Israel. No tenemos un plan educativo claro que defina quiénes somos, cuál es nuestra herencia y nuestra misión. Renunciamos a nuestros principios y raíces, hasta que una buena mañana alguien, en Israel, se levante y piense: «Las decisiones de la ONU son democráticas y liberales, debemos tener en cuenta al otro pueblo (los palestinos). Ellos merecen la tierra ¿y nosotros?, podemos manejarlo, les daremos la tierra que reclaman». Cualquier judío que renuncie a este pedazo de tierra no está relacionado con Israel y no siente que le pertenezca.
No todos los judíos son así. Hay mucha gente buena que ama la tierra y tratará de ponerse de pie y luchar contra las decisiones antiisraelíes, pero la pregunta es, qué tan fuertes serán. Cuando la ONU decida, vendrán ejércitos de los vecinos ¿y qué haremos? ¿cómo lucharemos cuando todo el mundo se levante contra nosotros?
En última instancia, podemos triunfar sobre cualquier amenaza y prevalecer, sólo si usamos la ayuda que se encuentra en el espíritu especial de nuestro pueblo judío. Podemos aprovecharlo sólo si nos conectamos y realmente nos convertimos en Israel (Isra – El—Yashar Kel [directo al Creador]). Cuando luchemos juntos por la ideología y el espíritu judíos y despertemos, entre nosotros, las fuerzas de conexión, forjaremos la conexión con la fuerza superior, el poder supremo. Y la guerra desde abajo será una «guerra desde arriba», la guerra de las fuerzas del mal contra el poder bueno y amable que gobierna el mundo.
ONU antisemita!!! Respeto por Israel,, basta ya.