
[Automóviles se incendian después de que un cohete lanzado desde la Franja de Gaza cayó cerca de Ashkelon, en el sur de Israel, 11/may/21. REUTERS / Nir Elias]
¿Cómo podemos resolver nuestros problemas de seguridad si nos metemos el pie unos a otros? Nuestra propia división es el combustible de nuestros enemigos. Si queremos estar en un lugar diferente mañana, tenemos que empezar a ir allá hoy. Pero cuando todos señalan a los demás con el dedo acusador y dicen «Sólo yo conozco el camino», es evidente que nadie lo conoce y nada mejorará.
El choque entre judíos y árabes es tan antiguo como nuestros esfuerzos por restablecer el Estado judío hacia fines del siglo XIX. Pero su nivel de actividad contra nosotros depende de nosotros, no de ellos. Cuando estamos unidos, están más tranquilos; cuando estamos divididos, se levantan con intenciones asesinas.
Si queremos que cambien, necesitan nuestra influencia positiva. Necesitan sentir que hay amor dentro de nosotros, así ellos y el mundo con ellos, correrán hacia nosotros. Pero cuando hay odio y lo proyectamos, obtenemos odio.
El libro Kol Mevaser dice al respecto: “Esta es la garantía mutua por la que Moisés trabajó tan duro antes de su muerte: unir a los hijos de Israel. Todos en Israel son garante de los demás [responsables unos de otros], es decir, cuando están juntos, sólo ven el bien». Asimismo, el libro Binah LeItim afirma: “El fundamento de la iniquidad del malvado Amán … es lo que argumentó, ‘Hay cierto pueblo esparcido y disperso’, etc. Arrojó su inmundicia diciendo que esa nación merece ser destruida, pues la separación reina entre ellos, todos están llenos de contiendas y disputas y cada corazón está lejos del otro. Sin embargo, Él dio la cura antes del golpe (tomó medidas preventivas)… apresuró a Israel a unirse… ser uno, como un hombre, eso fue lo que los salvó, como el versículo, ‘Ve, reúne a todos los judíos’”.
En consecuencia, cuando nos unamos, veremos que el mundo mejora su actitud hacia nosotros. Además, veremos que nuestras esperanzas de paz y de un buen futuro están en nuestras manos y todo lo que tenemos que hacer es aprender a activar nuestro poder secreto: unidad interna. De hecho, la paz comienza en el interior.
Muchas gracias
la paz interior ha Sido una búsqueda incansable. Con la ayuda de Dios perdiste en esa búsqueda. Dios los bendiga grandemente 