Tras las cuartas elecciones en menos de dos años, Israel se convirtió en el hazmerreír del mundo. Pero para el Estado de Israel no es divertido. El país está paralizado en muchos aspectos, desde oficinas que requieren ministros, hasta grandes proyectos que están atascados por la indecisión, pasando por las vacunas Covid que hay que comprar. De hecho, esta es la naturaleza de los judíos: un pueblo obstinado. Sin embargo, si utilizamos nuestra obstinación correctamente, la convertiremos en determinación para unirnos por encima de nuestras diferencias, lo que a su vez nos elevará a logros inimaginables.
Hay una razón por la que el pueblo judío es tan obstinado. Son descendientes de personas que no quisieron renunciar a sus decisiones e intentaron por todos los medios coronar su opinión sobre el pueblo de Israel. Tras agotarse en el intento, finalmente se dieron cuenta de que la falla no estaba en su opinión ni en la contraria, sino en su propia naturaleza, que buscaba el dominio y la separación en lugar de la colaboración y la unión. Se dieron cuenta de que la vida sólo puede ser completa cuando hay dos lados que se complementan, por lo que el otro punto de vista, en realidad, es una percepción complementaria y no opuesta.
Esta comprensión de los antiguos hebreos creó una nación única cuyo vínculo no fue biológico sino ideológico y espiritual. Y lo más importante, su unión marcó el camino para que toda la humanidad se una, a pesar de las diferencias biológicas, étnicas, culturales, religiosas y raciales. Una vez que los hebreos eligieron unidad en lugar de separación, cada disputa se convirtió en motivo para fortalecer su vínculo, en lugar de destrozar la nación. Además, como los judíos originales procedían del Creciente Fértil, la cuna de la mayoría de las naciones actuales, el vínculo que habían formado se convirtió en una prueba de que la paz entre las naciones es posible y de que hay un método para conseguirla.
Hoy, cuando Israel se ve envuelto en perpetuas disputas políticas que empiezan a parecerse a las de nuestros antepasados, deberíamos darnos cuenta de que es un llamado a emplear el mismo método que ellos utilizaron, para entender que las diferencias no son razones para separarnos, sino para fortalecer nuestra unidad. No habrá alivio de la enemistad interna hasta que nos demos cuenta de que no podemos derrotarnos unos a otros, pues la guerra no es para ganarla, sino para lograr cohesión.
Cuando finalmente lo entendamos y logremos unidad, el mundo, que ahora se burla de nosotros, verá con asombro el milagro del Estado judío. Querrá emular nuestro método. Esto marcará la victoria final de la paz -que viene de la palabra hebrea «complementación»- sobre la guerra. Por eso, la política de los obstinados no debe residir en ser más obstinado que el otro, sino en elevarse juntos por encima de la intransigencia y formar un verdadero vínculo.
Buen día, si también en México toda esa obstinación que se tiene en casa elección de cambio de de partidos es para mejorar el País pues es una gran estupidez, efectivamente si esa obstinación la volviéramos determinacion todos unidos. Sería una gran victoria. Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🌹