En una espectacular muestra de acuerdo, el gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, renunció, dejándolo en una posición insostenible que también lo obligó a renunciar. A primera vista, el partido conservador hizo lo ético y derrocó a su pícaro líder, quien se burló de las reglas del Covid que él mismo había legislado. Sin embargo, creo que, al menos hasta cierto punto, deberíamos juzgar a los gobernantes más por lo que hacen por su país y menos por cómo se comportan como individuos. En el caso de Boris Johnson, creo que su liderazgo fue bueno para el Reino Unido, bueno para Estados Unidos, bueno para Europa y bueno para Israel y creo que lamentaremos su partida.
Durante años, he dicho que lo mejor para el Reino Unido es separarse de la UE. Finalmente, después de muchos años de vacilación, Gran Bretaña encontró en Johnson al líder decidido para lograr el Brexit. Cuando se asiente el polvo de los escándalos menores, esta hazaña seguirá siendo el legado de Johnson y creo que los británicos lo mantendrán a su favor.
Ucrania ya lamenta la partida de Johnson, pues fue un firme partidario en su guerra contra Rusia, pero hay quienes dicen que aún podría regresar como jefe de la OTAN. No estoy «al tanto» en lo que respecta a la política, pero si esto sucediera, beneficiaría a Europa.
La opinión de Johnson sobre cómo debería funcionar el mundo fue avanzada y constructiva. Ahora que se va, no hay duda de que el siguiente primer ministro será menos asertivo y no tan fuerte y creo que son malas noticias para el Reino Unido y malas noticias para el mundo.
El problema no es sólo la salida de Boris Johnson. Mucha gente y no sólo en el Reino Unido, se siente privada de sus derechos y desilusionada con la política. Se siente impotente y perdió la esperanza en su capacidad para influir en la forma en que se dirige su país, a pesar de que, aparentemente, sea un país democrático. Como resultado, la gente está perdiendo interés en la política. En mi opinión, los medios y los políticos tienen mucho que ver, deliberadamente confunden al público, hasta el punto en el que a la gente normal, que de otro modo podría tomar decisiones educadas y sacar conclusiones serias e inteligentes sobre sus líderes, les resulta imposible entender lo que está pasando y simplemente se dan por vencidos.
Creo que si la gente quiere un sistema político que funcione a su favor y no los explote, debe centrarse en sí misma y no esperar que los políticos atiendan sus necesidades. Si se enfoca en sus conexiones, en mejorar su solidaridad y cohesión, esa mentalidad se filtrará hacia arriba. Los políticos, al final, necesitan las opiniones favorables de la gente. Si ven que la gente aprecia la solidaridad, ellos también la aceptarán.
Como dije antes, Boris Johnson fue bueno para Israel. Queda por ver si su sucesor seguirá o no con su política en ese respecto, pero está claro que quien venga tendrá que reexaminar esas relaciones. No hay duda de que Israel seguirá siendo un punto de interés para el RU y un punto de interés para el mundo, pero queda por ver la política del nuevo primer ministro.
Es difícil saber qué sucederá a corto plazo, pero a largo plazo, la regla es que los países triunfan y prosperan si mantienen buenas relaciones con los judíos en general y con Israel en particular y no prosperan cuando se vuelven contra Israel y los judíos.
En el Reino Unido, el Partido Conservador ha sido más favorable a Israel que el Partido Laborista. Fue particularmente evidente cuando Jeremy Corbyn dirigió el Partido Laborista, que se inclinó fuertemente hacia los palestinos y contra Israel. Y es natural para mí, esperar que en las siguientes elecciones generales en el Reino Unido, el Partido Conservador gane nuevamente y el siguiente primer ministro surja de su seno.
Más aún, en los últimos años, se ha hecho evidente que, en general, los conservadores se inclinan hacia puntos de vista más tradicionales sobre diplomacia, sociedad y familia. La izquierda, que en su mayoría vota por los laboristas, defiende puntos de vista “progresistas” que aumentan la inestabilidad social y la confusión de la gente, como lo mencioné. Por eso, creo que, independientemente de los intereses de Israel, al Reino Unido le interesa que el Partido Conservador permanezca en el poder después de las elecciones generales.
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