En una era de exposición ilimitada a los medios, las familias reales de Europa y otras partes del mundo, nunca dejan de alimentar escándalos explosivos. Y durante tiempos de angustia global, los dramas de las monarquías brindan el escape perfecto para muchos, como lo muestran los altos índices de audiencia. La acusación de racismo dentro de la familia real británica, en una entrevista ampliamente difundida, con el príncipe Harry y su esposa, es la controversia más reciente que salió a escena y borró las otras monarquías del mundo. Más allá de los detalles lascivos de los frenéticos medios de comunicación, vale la pena examinar el importante papel con el que la realeza debe contribuir a la estabilidad de la sociedad.
A pesar de las acusaciones sensacionalistas contra el Palacio de Buckingham a lo largo de los años, no hay institución más estable en Gran Bretaña que la monarquía. Se pudiera decir que es gracias a la carismática dama de cabello blanco que ha representado a la Corona durante tantos años, que la Corona aún se mantiene por sí sola. Todos los hombres, mujeres y niños asociados con la Corona británica, en el Reino Unido, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, tienen una actitud especial hacia la reina Isabel.
Recientemente, los escándalos de otras familias reales también han aparecido en los titulares : investigaciones de corrupción en los palacios vecinos en Bélgica y España, protestas callejeras masivas contra las leyes que prohíben insultar al rey de Tailandia, en el Medio Oriente, un príncipe saudí enfrenta serias acusaciones por ordenar el asesinato de un periodista en Turquía.
Ciertamente, hay problemas en todas las casas reales del mundo. Los reyes no son ángeles y deben rendir cuentas de sus malas acciones al público en general. Pero el periodismo amarillo de los medios no cambiará la faz de la historia, por muchos detalles sórdidos que ellos mismos preparan y empoderan. Los reporteros acumulan escándalo tras escándalo, con el único propósito de llegar a una altura en la que se pueda obtener dinero y publicidad. No hay un intento sincero por corregir las distorsiones, sino sólo la simple intención de sacar provecho de los circos sucios que promueven.
Ser rey o príncipe es una verdadera misión pública. Son los encargados de salir a saludar a las escuelas, de asistir a asambleas y ceremonias nacionales. Actúan como un símbolo estatal del pueblo.
Similar al reino de la naturaleza superior, el reino de los cielos, las dinastías de los reyes en la tierra son un factor permanente, estable e inmutable, que corre como hilo que conecta períodos de tiempo y generaciones. Un reino es como una rama material que surge de una raíz espiritual. Así prevalece la jerarquía en la naturaleza, la monarquía real puede ser una forma adecuada de gobierno en la sociedad humana.
Si todos los países europeos de hoy fueran gobernados por reyes en lugar de políticos, Europa no estaría al borde del colapso, como lo está ahora. Independientemente de los trastornos políticos entre los estados y dentro de los países, las casas reales permanecen conectadas entre sí, mantienen relaciones por encima de todas las fricciones. Y aquí radica su importancia, también en el mundo moderno.
Las casas reales, con sus conexiones, forman una especie de red de seguridad simbólica, que retrata el equilibrio y la estabilidad del continente europeo, que marcha sobre una cuerda delgada. Los estadistas perspicaces también comprenden esta importante función de la realeza. Incluso Francisco Franco, líder de una dictadura militar en España, después de todo lo dicho y hecho, declaró rey a Juan Carlos, porque entendió que la monarquía puede funcionar como fuerza estabilizadora.
Lo que vemos en los escándalos actuales, no es el colapso de las casas reales ni el final de una era como se presenta. Al contrario, tienen un gran potencial para ayudar a Europa a ser más estable. Sería bueno para el mundo, si se preservaran todas las casas reales, incluso las más pequeñas. Los reyes y las reinas están en condiciones de dar esperanza y ejemplo para resistir la marea creciente del tormentoso mar moderno.
Espero que las casas reales triunfen en estos tiempos difíciles y aumenten su importancia, mientras que descienden los gobernantes del mundo actual. Porque a diferencia de los líderes actuales, que son elegidos por algunos años y no les importa dejar la ruina al final de su mandato, los reyes saben que desde el día en que nacen hasta el día en que mueren, ellos son responsables de su Estado. Por eso, deben redoblar su esfuerzo para cuidar y conectarse con la gente. Finalmente, esta es su misión, para eso se estableció la jerarquía, para estar al servicio de las masas para ayudar a asegurar sociedades firmes y fuertes.
Buen día, muchísimas gracias.🙏🙏🙏