¿La combinación perfecta? ¿familia amorosa? ¿niños felices? Las presiones del mundo de hoy crean una realidad sombría, donde relaciones triunfantes y duraderas son una fantasía. No podemos confiar en la experiencia de los mayores, pues vivieron en un mundo muy diferente, tenemos que encontrar el modo de crear relaciones significativas y amables. La palabra clave en esta búsqueda es, conectividad o mejor dicho, interconexión.
Dado que el mundo está cambiando a un ritmo acelerado, no tiene sentido comparar las relaciones de hoy con las de nuestros padres ni siquiera con las relaciones de una década o dos atrás de nosotros. Cada año, el mundo está más y más conectado y una crisis en un lugar, se propaga muy rápido en el mundo.
A nivel personal, también es muy diferente de hace una década. Pasamos de comida rápida a relaciones rápidas y ser breves se volvió nuestro estado de ánimo permanente.
Para hacer frente a la creciente incertidumbre y encontrar la dirección en el caos emergente, debemos entender hacia dónde vamos. Vamos hacia la conexión e interdependencia total. Es un proceso irreversible. Mientras más conectados estamos, también dependemos más de los otros. Pronto entenderemos que todo lo que lastima a los demás, también me lastima a mí y no hay nada que pueda hacer para romper mis lazos con el mundo.
Para hacer frente con éxito a nuestro futuro interconectado, debemos cambiar la naturaleza de nuestros lazos: de abusivos y opresivos a solidarios y comprensivos. Dado que ya llegan nuestros pensamientos, palabras y acciones a todo el mundo, también podemos transmitir pensamientos, palabras y acciones positivas y ayudar a mejorar el mundo, para nosotros y para los demás.
En un mundo conectado positivamente, la familia es la unidad básica de conexión. Una realidad donde la humanidad, como una masa de individuos aislados, es insostenible, porque no habrá conexiones entre la gente y la sociedad se desintegrará como se desintegra el organismo cuando muere.
Por eso, la familia será la unidad básica donde se cultiven conexiones positivas. Dado que la gente se vuelve cada vez más individualista, la familia será el lugar donde aprenda a aceptar la diversidad, en lugar de luchar contra los que tienen puntos de vista diferentes. La gente aprenderá, que así como nuestro cuerpo existe gracias a diferentes células y órganos que trabajan juntos por su bien, la gente que trabaja junta en bien de la familia, posibilita el éxito de la familia.
Desde la unidad familiar, la gente llevará sus lecciones a la comunidad, de la comunidad a la ciudad, de la ciudad al Estado, al país y finalmente al mundo entero. La clave para el éxito de las relaciones en el mundo del mañana, no sólo radica en conexiones, sino en conexiones entre diferentes personas con un objetivo común, donde las diferencias aseguren el éxito y hagan imprescindible e incluso bienvenida, su dependencia mutua.
Maestro de acuerdo totalmente con su reflexión. La comparto entre mis múltiples fans.