Lo que el Alzheimer no puede eliminar

Una anciana, caída y marchita, sentada casi sin vida en una silla de ruedas, cuando las notas de El lago de los cisnes de Tchaikovsky, comienzan a sonar en el fondo, de repente se endereza, despierta del olvido y sus manos bailan en perfecta armonía con la música, mientras recuerda la coreografía, como si estuviera parada en un gran escenario frente a miles de ojos brillantes.

Esta mujer es Marta González, cuando fue primera bailarina de una compañía de ballet de Nueva York que fundó en la década de 1960, bailó en los grandes escenarios del mundo. Pero desde hace muchos años padece de Alzheimer. En un video publicado recientemente en Internet se ve que los suaves sonidos la hipnotizan en un momento de magia y despiertan su memoria y movimientos corporales.

La música aquí es marginal, es sólo un medio. Es el espíritu, la energía de la vida, la admiración interior, lo que brilla en ella y la irradia. En el caso de Marta la esencia de la vida estaba cerrada y apagada en un recuerdo tenue y la melodía la encendió una vez más.

El espíritu es la fuerza que se encuentra entre el mundo físico y el espiritual y es lo que eleva al hombre de un estado a otro, lo eleva de un nivel a otro. En nuestro tiempo, el espíritu humano es de suma importancia, especialmente porque la humanidad se enfrenta a tiempos difíciles de epidemia, enfermedad y hambruna. Los problemas terrenales son temporales, el espíritu es eterno, se extiende por el universo, desprendido de las limitaciones de tiempo, movimiento y espacio. Es una fuerza espiritual que eleva al hombre.

¿De dónde absorbemos el espíritu?

De la conexión entre los seres humanos. Es la tendencia a conectar con otros, lo que abre un canal en nuestro interior y absorbemos fuerzas de él, para recibir “aire” espiritual.

Como Marta, aun cuando ella no es consciente, porque actuó para animar a los demás, para levantarles el ánimo con su actuación, ella misma recibió un gran despertar espiritual que emanaba de su interior y evocaba emoción en quienes la rodeaban. Con nuestra unidad también podemos generar ese efecto ondulante y eterno en el gran escenario llamado, vida.