Un estudiante anónimo me escribió una carta diciendo que no podía evitar decirle a la gente la verdad. Dice que si se lo guarda para sí mismo, se siente mal, no sabe cómo lidiar con eso y me preguntó qué debería hacer al respecto.
Bueno, en primer lugar, él no sabe la verdad. Lo que sabe es sólo lo que le dice su ego. Además, su «clamor» no proviene realmente de la profundidad del corazón, sino del ego; quiere forzar su opinión de lo que es cierto y lo que no es cierto, en los demás. Cree que comprende la situación de la gente, lo que hace mal y lo que puede hacer bien, por eso quiere imponer su comprensión.
Lo único que hay aquí es ego, que yo diría, debe ser destruido por completo. ¿Qué derecho tiene para imponer sus opiniones, sentimientos y preferencias a los demás? ¿alguien le pidió que lo hiciera o lo esperaba? Incluso si piensa que hará un favor, eso tampoco le da derecho a apabullar a otros con su entendimientos, conclusiones, preferencias y metas.
Si quiere saber la verdad, la verdad es que la gente debe tener libre albedrío; debe elegir su propia verdad y eso es todo. Este es el principio más importante en educación, tanto para niños como para adultos.
Lo que debe hacer es guardar silencio y comprender que su ensimismamiento llega hasta el punto de que cree que debe llenar a los demás con sus opiniones. Esta debería ser una lección para ese estudiante y para todos nosotros, cuando nos sintamos superiores o con más conocimientos que los demás. También debería enseñarnos a relacionarnos con la gente que «nos dice la verdad».
Excelente!!! Sin palabras xq yo también caigo en ese error.uchas gracias. Dios los bendiga grandemente 🙏🙏