Cuando vemos el mapa político del mundo, vemos dos líneas que intentan aniquilarse entre sí: la línea derecha y la línea izquierda. Se alternan en el dominio y sus luchas son cada vez más feroces y destructivas. Pero cuando vemos al resto de la naturaleza, no hay guerra allí, sino complementación. Incluso las luchas fortalecen a los partidos rivales y los hacen más saludables. Es claro que nos falta algo.
El progreso equilibrado debe tener siempre dos lados: derecho e izquierdo. El lado derecho es la tendencia a la estabilidad y a la tradición, a hacer del mañana lo mismo que hoy. El lado izquierdo es la tendencia a revolucionar, innovar, sondear el futuro. Cuando las dos partes se complementan, la sociedad puede sacar mejores conclusiones, tomar decisiones más precisas y avanzar con éxito.
“Los ojos del sabio están en su cabeza” (Eclesiastés 2:14), dijo el rey Salomón. En otras palabras, si bien la naturaleza siempre nos impulsa a avanzar, debemos esforzarnos por comprender su disposición y prepararnos. Cuando no nos preparamos, las desgracias nos sorprenden y la angustia nos obliga a buscar protección. Como la naturaleza siempre evoluciona, mantener la estabilidad mañana, requiere que nos preparemos hoy, para el futuro. Esta es la combinación correcta entre la línea derecha y la izquierda, se llama «avanzar por la línea media».
Mantener la línea media es un desafío, pues el ego humano constantemente cambia y evoluciona. Mientras más nos desarrollamos, más demandan nuestros sentidos nuevas emociones y tenemos más hambre de placer y de satisfacción. Al mismo tiempo el mundo está más conectado y cualquier movimiento que haga una persona, influirá en las demás. Es decir, somos cada vez más mutuamente dependientes, pero también nuestra alienación se intensifica.
Para sobrevivir al siglo XXI, no tendremos más remedio que constituir sistemas educativos globales que nos enseñen la línea media, a atender nuestro ego en crecimiento y al mismo tiempo, ver la necesidad de ser considerados con los demás. A menos que aprendamos a encontrar un término medio constructivo, la naturaleza nos obligará a hacerlo con presión y dolor.
En la década de 1930, el gran cabalista y pensador Baal HaSulam escribió en su inspirador ensayo La paz en el mundo: «En nuestra generación, cuando cada uno es ayudado para lograr su felicidad por todos los países del mundo, nos esclavizamos inconscientemente al mundo entero, como una rueda dentada en una máquina. … Aunque es conocido y sentido, el mundo aún no lo comprende correctamente. ¿Por qué? Porque esa es la conducta del desarrollo en la naturaleza: el acto se antepone al entendimiento y sólo las acciones probarán e impulsarán a la humanidad para su avance».
No tenemos tiempo que perder. Si queremos un mañana agradable, debemos trabajar hoy.
Lo importe de lograr un balance desde nuestra propia naturaleza
Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🙏